Tratar por no vacunarse por dr Bartolomé BELTRÁN

Ahora resulta que estamos pagando las consecuencias. La gente no se vacunó y en todas las familia hay alguien guardando cama. Los datos reflejan que el escaso número de personas vacunadas supone un retroceso en la protección social y debilita la barrera frente a un virus que se disemina con gran facilidad. Por eso ahora no nos queda más remedio que acudir al tratamiento.

En la mayoría de casos basta con un tratamiento sintomático de la fiebre, los dolores musculares y el dolor de cabeza, con paracetamol. Es aconsejable el reposo relativo y una buena hidratación. En los últimos años se han desarrollado algunos fármacos antivirales específicos para el virus de la gripe, primero amantadina y rimantadina, y, más recientemente, zanamivir y osetalmivir. Aun cuando son fármacos eficaces para reducir la duración y la intensidad de los síntomas, sobre todo si se inicia el tratamiento rápidamente tras su inicio, no se ha demostrado que reduzcan las complicaciones serias, por lo que hasta la fecha no se han generalizado. Su indicación se restringe a aquellos casos en los que, por inmunosupresión u otras circunstancias, se prevea dificultad en la curación.

Especialistas de la Sociedad Española de Médicos de Residencias aconsejan reforzar la alimentación en el colectivo de las personas mayores de 65 años. Un estudio reciente del Instituto Pasteur publicado en «Vaccine» pone de manifiesto que el consumo diario de dos unidades de leches fermentadas con L.casei DN-114 001 mejora la respuesta inmune tras la vacunación en personas mayores de 70 años. Total que ahora hay que correr y curarse por no vacunarse. Seguro.