El personaje de la semana: Nicolás Sarkozy

En la atribulada eurozona, Sarkozy tuvo unas palabras amables para Zapatero y Rajoy por sus esfuerzos y buena voluntad. A Rubalcaba, Jaúregui y Duran i Lleida (que solo desayuna tigre) les ha molestado que la palmada en el hombro incluya al líder indiscutible, precisamente cuando el PP ruega en Bruselas que no se haga sangre con el español que se va. ¿No quieres caldo? Tres tazas. Sarkozy ha contrastado el éxito de Zapatero hace sus años con nuestra perdida de independencia de hoy. Los que se van a derrumbar se ríen de Sarkozy después de haberlo hecho de Merkel. En ocho años, ¿habrá hecho Zapatero algún amigo en el mundo? No hay amores en política exterior pero surgen fugaces empatías. Churchill-Roosevelt, Thatcher-Reagan, González-Khol. Zapatero es un cardo solitario en un erial sembrado de zopilotes. No se le conoce una pequeña simpatía por algún jefe de la socialdemocracia mundial. Esto no lo explica la falta de idiomas (hasta te puedes enamorar por señas) sino su estolidez afectiva. Sarkozy es húngaro y chovinista francés. No le busques tres pies.