Londres
Los funcionarios paralizan el sector público británico
El «premier» David Cameron vivió ayer su particular «invierno del descontento». Más de dos millones de trabajadores del sector público estaban llamados a salir a las calles para protestar contra el plan de pensiones que, a día de hoy, todavía se encuentra en la mesa de negociaciones. Los sindicatos dijeron que el 90 por ciento de los funcionarios había secundado el paro. El Gobierno, sin embargo, señaló que sólo había participado un tercio.
LONDRES- Batallas de cifras aparte, hacía mucho que el país no veía una movilización de tal calibre. Se trataba de la mayor medida de fuerza organizada en Reino Unido desde la huelga general de 1926 por los derechos de los mineros y la mayor confrontación con un Gobierno conservador desde la época de la primera ministra Margaret Thatcher, que en los años 80 ilegalizó las huelgas generales.
En un intento por evitar los planes de los sindicatos, el Gobierno presentó el martes una nueva oferta que propone que el retraso previsto de la edad de jubilación –de los 60 hasta los 67 años, para igualarla al sector privado– no afecte a los funcionarios que vayan a jubilarse la próxima década, que mantendrían invariable el total de su pensión. Además, el Ejecutivo planteó incrementar el límite de las contribuciones estatales y mejorar el ratio por el que las pensiones aumentan su valor anualmente. Pero este ofrecimiento de última hora no sirvió para calmar la tormenta porque el Ejecutivo no da su brazo a torcer con los recortes y pretende eliminar 710.000 trabajadores públicos, una cifra que supera a los 400.000 de los que habló en un principio con el fin de eliminar el déficit en la presente legislatura.
Además de oponerse a elevar la edad de jubilación, los huelguistas están en contra de aumentar las contribuciones individuales –el Ejecutivo les plantea un 3%, lo que supone una media de mil euros menos al año en sus salarios– y de reducir el monto final, que, como quiere el Gobierno, pasaría a calcularse con una media del salario percibido en toda la vida laboral, en lugar de con el de la última remuneración.
Las recetas británicas contra el déficit
- Recortes en los ministerios y un tercer incremento del 0,088% en la tasa a los bancos.
- 710.000 funcionarios menos y congelación de salarios y jubilación a los 67 años.
- Inversión de 35.000 millones de euros en infraestructuras, con 500 proyectos en diez años.
- Educación y Sanidad: una prima de 2.500 millones para alumnos desfavorecidos. El Sistema de Salud pasará de 104.000 millones a 114.000.
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