Los empresarios exigen a Rubalcaba que desaloje a los «indignados» de Sol

 Ayer, el presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), Hilario Alfaro, y el presidente de la patronal madrileña (CEIM), Arturo Fernández, se reunieron con la Delegación de Gobierno para pedir que «quiten los mensajes de todo tipo de comercio; da igual que sea pequeño, mediano o grande porque nosotros defendemos los puestos de trabajo y da igual quién lo haya creado». Y es que el movimiento 15-M ha sitiado, literalmente, a muchos de los comerciantes que normalmente ejercen su trabajo en la emblemática plaza. «Desde megafonía dijeron que respetarían a las pequeñas y medianas empresas pero no a El Corte Inglés», asegura una empleada de Oriental Perfumerías. Por ello, Fernández remitió una carta a Alfredo Pérez Rubalcaba para proponer «resolver la situación» a través de los mecanismos de que dispone el Estado de Derecho, «sin menoscabo del libre y responsable ejercicio de los derechos y libertades de expresión, reunión y manifestación que la Constitución garantiza a todos los ciudadanos españoles».

Iván y su hermano tienen un quiosco, y su lugar de trabajo está rodeado de toldos, tiendas de campaña y pancartas, pero eso no es lo más grave. «El fin de semana se han notado bastante las pérdidas, que ya están al 50 por ciento», explica. Pero éste no es un caso aislado. Los empresarios de Madrid han calificado esta situación de «insostenible» para el comercio de la zona en general, cuyas ventas se han reducido en más de un 80 por ciento, y para el pequeño comercio en particular, según informó la CEIM. «Pedimos que no seamos los paganos de los errores de otras personas, que no nos manchen el suelo, no nos pongan carteles ni que impidan que los clientes puedan venir. Mi clientela viene en el autobús de la Plaza Canalejas pero cuando ven esta acampada dan media vuelta y se marchan», asegura, indignado, Luis. No obstante, el movimiento está perdiendo fuerza por su dejadez. «Los portavoces de las comisiones me han reconocido que hay cuatro golfos que se están acoplando por el interés y les están dando mala imagen», concluye Iván.

Asaltan una televisión
Los acampados de Murcia, un grupo de unas 60 personas, irrumpieron en la sede de la televisión autonómica 7RM y leyeron un comunicado denunciando la manipulación informativa y la explotación laboral. Sin embargo, según su versión «han entrado pacíficamente y sin responder a la provocación de algunos miembros de dicha empresa, y, aun así, la actitud por parte de los representantes de la cadena y del único guardia de seguridad ha sido agresiva».