Antonio Martín Beaumont: «A Cospedal le molesta que hablen de su belleza»

–«Cospedal, la reina de la Torre de Marfil». Torre de marfil: «Aislamiento voluntario de un artista para atender sólo a su obra». ¿En qué es una artista María Dolores de Cospedal?
–Le gusta mucho la pintura, pero es negada pintando. Es una artista en la transformación del partido para alcanzar el poder.

–Yo la veo más en una torre de control...
–Ahora los controladores no están bien vistos, pero, sí, ella es controladora.

–¿Qué haría en una torre de Babel?
–Ponerse el pinganillo, como en el Senado.

–En una justa a pie de torre, ¿la dama Cospedal vencería a la dama Chacón?
–Las dos andarían muy justas. Yo no me perdería ese duelo.

–La Torre de Marfil es también una imagen poética sobre la belleza en «El Cantar de los Cantares». Si no fuera bella, ¿estaría en la Torre de Marfil?
–No aceptaría ningún cargo que le pudieran dar por ser mujer y bella. Le molesta mucho que hablen de su belleza. Huye de eso.

–¿Qué más le molesta?
–Que hablen de su vida privada. Es muy celosa de su intimidad.

–Parece una rara avis dentro del PP: se divorció, tuvo un hijo por fecundación in vitro, luego se casó por lo civil...
–En algún sector del PP ha podido chocar, pero en ese partido hay mucha rara avis. Hay de todo, como en botica.

–Parece una mujer dura...
–Lo parece por sus discursos, pero es moderada y tolerante.

–¿Le place la caza del faisán?
–Se lo querría comer con plumas.

–Creo que su plato preferido es el Rubalcaba en salsa verde...
–Pienso que sí. Y el Zapatero al pil pil.

–Si el libro gusta mucho a Cospedal y al PP, ¿diría que no ha conseguido ser objetivo?
–Sin duda. No ha gustado en el PP y a ella no le ha gustado del todo.

–Habla de sus virtudes. ¿Se le conocen defectos a María Dolores?
–Llama a las cinco de la mañana a sus colaboradores.

–¿Qué oculta esa dulce sonrisa que vemos en la portada del libro?
–Todos los políticos ocultan algo detrás de su sonrisa. En buena medida es un velo.

–Yo diría que algunos llevan burka...