Murcia
Rajoy critica al PSOE por alargar su agonía y condenar a España
«Necesitamos menos quinielas y ferias de las vanidades», asegura. Crear empleo, su compromiso
Murcia- El líder nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, recogió ayer el testigo que le dejó el actual presidente del Gobierno de la nación, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando inició la precampaña de los socialistas en Murcia con un mitin en el pabellón Príncipe de Asturias. Ayer, Rajoy también dio el pistoletazo de salida a la precampaña del PP en Murcia con un almuerzo con simpatizantes de su formación que tuvo lugar en el restaurante Casa Orenes ubicado en la pedanía murciana de Llano de Brujas.
Durante su intervención, arropado por un auditorio cercano al millar de personas, Rajoy criticó la política que está llevando a cabo el PSOE al frente del Gobierno central y lo calificó de «acabado». De igual manera, se mostró contrario a la apuesta por la que se ha decantado el presidente Rodríguez Zapatero de «prolongar su agonía para solucionar los problemas internos de su partido». En opinión del líder popular, «necesitamos un gobierno como el del PP que va a gobernar para todos los españoles». Rajoy aprovechó el acto de ayer para hacer balance de los últimos datos del paro que reflejaron un incremento de desempleados en España en 34.000 personas. El número uno del PP se refirió a este aspecto como «inaceptable porque España no se merece esto». Bajo el punto de vista de Rajoy, nuestro país anda necesitado en la actualidad de «menos quinielas y ferias de las vanidades». Ante la situación delicada por la que atraviesa España en su contexto político, económico y social, el jefe de los populares aseguró que «no nos vamos a resignar» y afirmó tener muy claro quien es el único culpable del caos en que se encuentra inmerso la nación. «Aquí no ha habido una maldición bíblica, ha habido un mal gobierno», aseveró.
Los datos del paro vertidos ayer, mostraron con clarividencia supina que la destrucción de puestos trabajo continúa siendo una de las peores y principales rémoras que tiene que soportar el país. Para revertir este aspecto, Rajoy declaró que «nuestro primer objetivo será la creación de empleo para los próximos cuatro años porque el trabajo da vida. Además, un país será grande si la gente trabaja». Como muestra del agujero económico que conlleva para el Estado la lucha contra el paro, el líder de la oposición recordó que los Presupuestos Generales del Estado plantean una partida de 30.000 millones de euros para potenciar la creación de empleo. Por este motivo, abogó por crear puestos de trabajo para aumentar el número de cotizantes y reducir el dinero que se destina a potenciar el empleo. Rajoy se comprometió a repetir el buen hacer que logró el PP durante el mandato del presidente José María Aznar con el que «se crearon 4,5 millones de cotizantes».
A lo largo de su discurso, Rajoy pivotó toda su intervención alrededor del compromiso de la creación de empleo y para lograrlo apuntó como ingredientes indispensables la existencia de inversión y crédito. El primero, según señaló, se deriva de generar un clima político que se sustente en la confianza porque «lo peor de Zapatero es que ha generado una enorme desconfianza que sitúa al país en un proceso de interinidad». Con respecto al crédito, explicó que lo primero por lo que se esforzará es porque exista dinero, ya que en la actualidad «todo se lo llevan las administraciones públicas que están generando deuda pública». Al margen de la creación de empleo, Rajoy también ofreció algunas pinceladas sobre las que se asentará su política si alcanza La Moncloa. De esta manera, afirmó que «hay que apostar por la austeridad, cuidar el dinero de los contribuyentes, apoyar al emprendedor, hacer una reforma laboral porque la actual data de hace cuarenta años y provoca pérdida de empleo». Asimismo, señaló que «vamos a trabajar por un gran pacto de empleo para que en España se vuelva a hablar del milagro español». De esta forma, Rajoy no titubeó a la hora de afirmar que su compromiso futuro será la creación de empleo para superar el principal escollo que frena el desarrollo de un país que ha perdido su grandeza de antaño. Por su parte, el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, lamentó que durante su mitin en Murcia, Zapatero no explicara por qué su Gobierno ha sido el que menos ha invertido en la Región en materia de infraestructuras. Valcárcel también criticó que ZP no se refiriera «a los casi medio millón de murcianos que no existen para él» ni por qué «no nos dejan endeudarnos cuando somos la cuarta comunidad menos endeudada».
Asimismo, el secretario general de los populares murcianos y alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, apuntó que «lo peor para Murcia ha sido Zapatero porque siete años han sido suficientes para romper el optimismo, por lo que es el momento de conseguir parar la crispación que produce en los ciudadanos Zapatero y su forma de gobernar».
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