Pérez Molina promete llevar el cambio la paz y la seguridad a Guatemala

El general retirado Otto Pérez Molina prometió hoy llevar el cambio, la paz, seguridad y justicia a Guatemala, al asumir la Presidencia para un periodo de cuatro años, en sustitución del socialdemócrata Álvaro Colom.

"Iniciamos hoy un nuevo mando presidencial con muchos problemas y desafíos enormes para toda la sociedad, pero también representa el cambio que prometimos y doy mi palabra", dijo el estrenado presidente en su discurso en el Domo Polideportivo, en el sur de la capital, donde fue investido.

Pérez Molina, de 61 años, reiteró que hoy llegó el cambio a Guatemala, donde impulsará el desarrollo social integral y que trabajará con transparencia para lograr resultados concretos y rescatar las instituciones públicas infectadas de desorden y corrupción.

"Nosotros hemos insistido una y otra vez en el cambio como herramienta para la construcción de una nueva realidad social, pero hablamos de un cambio profundo y estructural y no cosmético", apuntó.

Pérez Molina dijo que para lograr ese cambio que se plantea para su administración necesita del apoyo de todos los sectores porque los países que lo han logrado ha sido con la participación de la población.

"Todo mi equipo pondremos nuestro empeño para profundizar el cambio, las oportunidades y condiciones de vida para Guatemala", aseguró.

Pérez dijo que recibe un país en crisis y se atrevió a aseverar que Guatemala está muy cerca de una quiebra económica y moral debido al gran endeudamiento, la destrucción de su infraestructura y el desorden administrativo que le deja Colom.

La corrupción, manifestó, se ha sistematizado y generalizado y ante lo cual se comprometió a rescatar el papel de la familia como piedra angular para crear mejores hombres y mujeres en Guatemala.

El nuevo presidente sostuvo que trabajará con liderazgo y responsabilidad y exigirá a su equipo honestidad y compromiso de servir a los guatemaltecos.

Anunció también que hará cualquier sacrificio para dejar atrás el pasado e impulsar la plena reconciliación ya que, a su juicio, las causas que originaron la guerra en 1960 y que acabó en 1996 con la firma de los Acuerdos de Paz aún persisten.

"Le pido a Dios que nos conceda la sabiduría para promover la reconciliación verdadera para atender el rezago y la injusticia, reparar el tejido social", subrayó.