Cirugía
Tobilleras elásticas con velcro las mejores para el deporte
Si no se adquiere a primera hora de la mañana, cuando la articulación está menos inflamada, se corre riesgo de que sea demasiado grande y no resulte efectiva
Sufrir esguinces de tobillo es habitual, ya que ésta es una de las articulaciones del cuerpo que más peso soporta. Más del 90 por ciento de estos esguinces de tobillo se producen cuando el talón del pie se gira hacia dentro, provocando que se desplace fuera de su eje de movimiento.
Ante un esguince, lo primero que se ha de hacer es aplicar frío, elevar y reposar el miembro afectado, y colocar un vendaje a la articulación. Se recomiendan estas pautas como primeras medidas paliativas, pero si la sintomatología persiste será necesario acudir al especialista.
Es importante dejarse asesorar por especialistas, sobre todo en la toma de medidas. Y es que, de no hacerse a primera hora de la mañana, cuando la articulación está menos inflamada, se corre el riesgo de adquirir una tobillera de mayor tamaño que al reducirse el edema no será efectiva en su acción terapéutica.
Así funcionan
En cuanto a su funcionalidad existen:
Elásticas de soporte. Su acción se basa en facilitar una ligera compresión y aportar calor a la articulación. Se recomiendan cerradas, sobre todo en caso de que la articulación esté inflamada.
Elásticas con inserciones de silicona. Compuestas de un vendaje elástico con forma anatómica, llevan integradas piezas de silicona. Su diseño aporta un efecto compresivo que descarga y estabiliza, mientras que las almohadillas facilitan un masaje que estimula la irrigación sanguínea y la reabsorción de edemas y derrames. Especialmente indicadas para lesiones que cursan con edemas, ligamentos, en estados postoperatorios, y derrames articulares.
Elásticas con cinchas funcionales. Son cinchas elásticas que se adhieren con velcro, refuerzan los ligamentos, evitan distensiones y la aparición de antiguas lesiones. Están indicadas en el tratamiento funcional de esguinces del ligamento lateral externo, la reanudación en la actividad deportiva y la contención funcional en caso de hiperlaxitud. Cuando se necesita una mayor consolidación en el tobillo, se requerirá el uso de estabilizadores maleolares, que permiten sujetar el tobillo sin inhibir el resto de movimientos. Son de materiales plásticos termo moldeables, suficientemente rígidos como para evitar movimientos laterales, pero flexibles para adaptarse al pie. Esto los hace recomendables para la actividad deportiva.
Materiales
Textiles elásticos (poliester, poliamida). Basan su acción en la compresión que da el propio tricotado, y permite controlar su intensidad en las distintas partes de la ortesis. Son cómodas y transpirables.
wNeopreno. Actúa como un ladrillo refractario, evita que el calor liberado se disipe, y aumenta la temperatura en la articulación. Así, a no ser que lleve estructuras especiales, no aportará estabilidad mecánica.
Licra de algodón. Es alternativa al neopreno, ya que aumenta la temperatura de la articulación, presentando la ventaja de poder utilizarse durante todo el día gracias a su comodidad, aunque no posea una estabilidad termodinámica similar al neopreno.
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