La cartera de Cerezo por Julián Redondo

Cuando el Atlético fichó a José Luis Pérez Caminero para la secretaría técnica y como portavoz deportivo del club, Enrique Cerezo cedió plano y perdió foco. El castigo duró lo que tardó Caminero en abrir la boca y Cerezo en cerrar el grifo. Me lo cuentan Helen y Harry. Al ver mi expresión, entre asombrada y displicente, Helen salta: «¿A que no te contamos más cosas del Atleti? Nosotros no chismorreamos, informamos. ¡Que te quede claro!». Ahora estoy perplejo. Interviene Harry: «Bueno, verás, hay cosas difíciles de comprobar, mas no por ello son falsas. Por ejemplo, nos aseguran que el Atlético ha ido a pedir un crédito de seis millones de euros a varios bancos y se lo han negado». Eso no pasa con el Barça y el Madrid. «No olvides esto que te voy a decir –recupera la palabra Helen, ya calmada–, si debes 60.000 euros y no puedes pagarlos, tienes un problema; si debes 60 millones, el problema lo tiene el banco...». «¿Y?», pregunto. «Pues que si la mierda valiera algo, los pobres nacerían sin culo», replica Harry, tan gráfico y escatológico que dan ganas de vomitar. Pero no le falta razón. Es el momento de atar cabos: el Atlético, dicen, ha preguntado al Villarreal, al que ayer pasó por encima, por Borja Valero, para qué, si debe dinero a los jugadores y ya no paga ojeadores... Salvo que Cerezo, que ha vuelto a hablar, haya recuperado el primer plano y el club, su firma y su cartera. Tal vez así no haya que recurrir al crédito para reforzar la plantilla después de haberla devaluado con la venta de Reyes. Enrique tiene la llave. Helen me da un sonoro beso. Parece que he acertado.