Abas busca salir del olvido

NUEVA YORK- Una vez que el presidente Barack Obama hubo regresado a Washington, el debate de la Asamblea General de la ONU siguió su curso habitual con los mismos protocolos y gestos de cada año. Así las cosas, se redujo la seguridad del servicio secreto en las calles de Nueva York y, sobre todo, se rebajó la tensión ante la cuestión palestina tras las aclaraciones de Mahmud Abas al presidente de EE UU.

Abas explicó al presidente estadounidense que seguirá adelante con su iniciativa de presentar la solicitud de membresía ante la ONU. Pero, también, que espera que sea un proceso lento. Esto significa que no habrá un voto simbólico de ratificación del Estado de Palestina esta semana en la sede de la ONU en Nueva York ante la presencia de los principales líderes de la comunidad internacional. Abas se dirigirá hoy a la Asamblea y entregará al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la carta con la petición para el reconocimiento como miembro de pleno derecho, quien a su vez deberá remitirla al presidente del Consejo de Seguridad.

Así las cosas, el conflicto árabe -israelí sigue igual que siempre, aunque Abas ha demostrado, al menos estos días, ser un buen estratega y diplomático. Ha conseguido relanzar su imagen ante los palestinos y ubicar su causa en la agenda de las grandes delegaciones diplomáticas y los medios de comunicación que han cubierto la Asamblea de la ONU estos días. Su Gobierno también recibirá 200 millones de dólares de Arabia Saudí para cubrir parte de la deuda palestina de este año, cifrada en 900 millones.

Por lo demás, la tónica de la Asamblea General de Naciones Unidas no aportará grandes sorpresas. La presidenta argentina, Cristina Fernández, volvió a reclamar a Irán en su discurso del miércoles que entregue a la Justicia a los ciudadanos iraníes presuntamente implicados en el atentado en Buenos Aires contra la mutualista argentina en 1994, y que causó 85 muertos, la mayoría judíos.

Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, adelantó que se referirá al cambio climático, a la necesidad de reformar las instituciones multilaterales y expresará la posición de su país sobre Palestina. Asimismo, tendrá que responder al presidente boliviano, Evo Morales, quien adelantó la posibilidad de presentar una demanda en los tribunales internacionales contra Chile para lograr recuperar la perdida salida de su país al mar.

La popularidad de Abu Mazen
Su rechazo a la violencia le llevó a la Presidencia palestina en sustitución de un Yaser Arafat, al que EE UU e Israel señalaban como instigador de ataques contra sus vecinos. Mahmud Abas (Abu Mazen) entrenó a sus policías para colaborar con Israel y terminó enfrentándose a las fuerzas de Hamas. Sin embargo, su última iniciativa –llevar a la ONU el reconocimiento de su «Estado»– se puede considerar hostil hacia un Gobierno, el de Jerusalén, que le ha tenido siempre por un aliado. Todo indica que su iniciativa está diseñada para hacer crecer su popularidad entre los palestinos... a corto plazo.