El socialismo de Felipe

El socialismo de Felipe González me recuerda al izquierdismo de los progres millonarios de los años setenta y ochenta. Cerca de mi casa, que era mucho más pequeña que la suya, vivía uno de ellos. Era un casoplón de enormes dimensiones, con un nutrido servicio dispuesto a complacer al millonario y unos jardines perfectamente cuidados. Tras vender la empresa, fundada por su padre, por una cifra espectacular para la época se dedicaba a financiar a un partido comunista así como a actos variopintos de la izquierda cultural. González es ahora un socialista amigo de los millonarios, que vive en el barrio de los ricos de Madrid y que se ha convertido en un pintoresco diletante intelectual que milita en un partido con el que ya no simpatiza. Una contradicción realmente interesante. No es como Alfonso Guerra que sigue igual que siempre, y que desde la discrepancia me despierta simpatía por su coherencia. El socialismo o comunismo de los millonarios de izquierdas no es más que un esnobismo. Por cierto, a Felipe le gusta Rubalcaba y detesta a Zapatero. Interesante.