Finanzas
La banca española pasa a ser el mayor inversor del Estado
Supera como principal tenedor de deuda pública a los extranjeros, con 195.203 millones de eurosConsulte el gráfico con los acreedores de España
MADRID- Meses llevan Alemania y sus socios del bloque de países ricos de la UE porfiando con el BCE para que no preste ayuda a España y a otros estados en apuros a través de la compra de deuda en los mercados. Se volverán holgazanes y no avanzarán en sus reformas si se les concede tal alivio, argumenta el bloque capitaneado por los germanos. Mario Draghi, presidente del eurobanco, ha encontrado una solución de compromiso obligando a los países en apuros a pedir ayuda a los fondos de rescate si quieren que intervenga en el mercado secundario para comprar su deuda y hacer así llevadera la carga de los intereses. Pero resulta que, paradojas de la vida, las dos inyecciones masivas de capital para el sector financiero que hizo el BCE en diciembre y febrero –1,019 billones de euros al 1% de interés– han acabado por convertir su dinero en salvador parcial de la deuda pública del Estado.
España sigue suscitando dudas entre los inversores internacionales, como demuestra el hecho de que su inversión en deuda soberana española volvió a caer en agosto hasta los 191.836 millones de euros, la cantidad más baja desde 2008, cuanto tenían 144.771 millones de euros en papel público, según los datos del Tesoro Público. En ocho meses, la aversión al riesgo nacional ha llevado a que la inversión extranjera en deuda pública haya caído en 89.603 millones.
Entidades nacionales
El vacío que han ido dejando ha sido rellenado, sin embargo, por esas mismas entidades españolas que, tomando el dinero barato del BCE (1%), lo han invertido en algo mucho más beneficioso para sus balances, deuda pública española, cuyo interés medio supera el 4% este ejercicio. Como consecuencia, son ya el principal tenedor de este producto, con 195.203 millones, casi 9.000 millones más de los que tenían en julio. Cuando estalló la crisis, allá por 2007, estos mismos bancos apenas si contaban con 19.267 millones de euros en sus balances. Claro que entonces la deuda española era de 279.445 millones y no los 572.885 millones del último balance.
Los bancos fueron, junto con los particulares, los únicos que aumentaron sus posiciones. Este último colectivo tenía 6.027 millones de euros en deuda pública en agosto, casi dos más que un mes antes, cuando su balance era de 5.843 millones. En sólo un año, la cantidad ha crecido en 1.700 millones de euros. Durante este periodo, ha estado en vigor la normativa que aprobó el anterior Gobierno para frenar la «guerra de depósitos». El Ministerio de Economía obligó a las entidades financieras que ofrecían a sus clientes intereses muy elevados en los depósitos a tener que realiza aportaciones adicionales al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), lo que ha limitado la oferta de estos productos y ha desviado el interés de muchos particulares hacia la deuda pública, que ofrece ahora más rentabilidad. De todos modos, el actual Ejecutivo ya ha decidido levantar la restricción a los «superdepósitos», lo que podría devolver su atractivo para los particulares, según la valoración de los analistas.
Los fondos de inversión apenas han alterado su exposición a los bonos españoles, pues han pasado de 32.275 millones en julio a 32.359 millones en agosto.
Lo que ha seguido creciendo son los intereses que España debe pagar a los inversores para colocar su deuda. El interés medio en agosto fue del 4,13%, frente al 4,12% del mes anterior. Durante el mismo mes de 2012, el tipo medio ofrecido fue del 3,94%. Pese a este aumento, España se financia en los mercados a un interés menor al de los años previos al comienzo de la recesión. En 2006, cuando todavía no había estallado la crisis financiera que dio pie a la pesadilla que ahora vive medio mundo, el interés medio ofrecido era del 4,38%.
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