Barcelona

Incertidumbres

La Razón
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El partido que juega hoy la selección española, campeona del mundo y obligada a mantener su categoría, fundamentada no sólo en el pasado campeonato, sino en la serie de partidos jugados sin conocer la derrota, salvo dos excepciones, está lleno de incertidumbres.
Del Bosque, obligado moralmente a presentar a los mejores en partido homenaje al bicentenario mexicano, tiene que buscar el modo de intentar la victoria y, al tiempo, no castigar físicamente a quienes llevan pocas jornadas de entrenamiento y algún encuentro amistoso.
Este partido llega en la fecha más inapropiada en que podía concertarse. Del Bosque tiene que cuidar mucho el modo en que debe alinear a los jugadores con el fin de que no se cargue en exceso sobre algún club lo que causaría protestas de los considerados perjudicados.
En parte, exime de parte del pecado a la Federación Española el que se disputen partidos internacionales diversos. Aquí ha contribuido a disminuir las plantillas de quienes debían prepararse para afrontar mejor el comienzo de temporada y, en el caso del Barcelona, su inmediata participación en la Supercopa contra el Sevilla.
En España, al comienzo de las competiciones, se llegó a prohibir la práctica futbolística durante el verano. Era para preservar a los futbolistas de los excesos del calor. Ahora, hasta los máximos organismos internacionales promueven la disputa de partidos en tiempos inadecuados. También los clubes españoles aprovechan agosto para organizar torneos con los que hacer caja. Claro que una cosa son espectáculos veraniegos y otra compromisos internacionales, donde está en juego el prestigio de las diferentes selecciones.
En México hay obligación de lograr resultado satisfactorio.