OPINIÓN: Pep esta vez no

Marqués de Sentmenat, Marquesa de Ferrera, Duque de Medinaceli, Duque de Híjar, Condes de Perelada, de Solterra, Santa Coloma, Condes de Urgell, de Pallàs, Duque de Almenara Alta, Conde de Foxà, Marquès de Capmany, Marquès de Vallgornera, Barones de Vall-roja y de Maldà, de Vilagaià, de Vall-Roja, de Font del Quinto, de Quatre Torres, Marquès de la Manresana, Baró de Sant Vicenç, Marquès de Barberà, Conde de Erill, de Solterra, Marqués de Alfarràs, de Llupià, de Poal, Conde de Parellada, de Savallà, Marquès de Rupit, Marquès de Cerdanyola, de Dos Aigües, de Vilanant, Marqués de Monistrol d'Anoia, Marqués de Villel, Compte de Darnius, De Fonollar, Marqués de Palmerola, Conde de Múnter o de Plegamans (este último no es un condado reconocido, aunque se cita en libros), Barón de Sant Mori, de Montcortès, de Montbui o de Caldes d'Estrac.

No sigo para no aburrirles, pero Pep Guardiola esta vez ha intentado cerrar con ironía una pregunta que no le apetecía ni un pelo y lo ha hecho con escasa fortuna.

Cataluña ha sido uno de los países, o regiones, o territorios con más marqueses sobre todo, pero también barones y condes. Porque había un feudalismo dominante de los territorios muy impregnado. Como en Castilla y en Aragón. Por eso, responder al título de Marqués otorgado al seleccionador Vicente del Bosque afirmando que «En Catalunya no hay marqueses» ha sido un patinazo. Haberlos, haylos. Que no sea para enorgullecerse, tal vez. El propio Del Bosque admite que le ruboriza tal categoría y que seguirán llamándole míster, Vicente o entrenador.