Crisis política en Italia

Berlusconi pide al presidente italiano el cese de Fini

Silvio Berlusconi se ha propuesto aniquilar al que, durante quince años, fue su álter ego en la política, Gianfranco Fini, al que ahora considera un traidor. No satisfecho con haberle expulsado el pasado julio del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido que fundaron entre ambos, ahora quiere que también deje el cargo de presidente de la Cámara de los Diputados.

Berlusconi pide al presidente italiano el cese de Fini
Berlusconi pide al presidente italiano el cese de Finilarazon

Lo ha intentado, sin éxito, con imperativos y amenazas, por lo que ahora va a pedir su cabeza al presidente de la República, Giorgio Napolitano. Sostienen Berlusconi y su aliado de la Liga Norte, Umberto Bossi, que Fini ha aprovechado un cargo con valor institucional para hacer política y criticar al Gobierno.

Echando al antiguo socio político de la presidencia de la Cámara Baja, «Il Cavaliere» y Bossi acelerarían la crisis definitiva de Gobierno y provocarían la convocatoria de elecciones anticipadas. No hay todavía acuerdo entre los dos hombres fuertes del Ejecutivo sobre cuándo sería la fecha más indicada para celebrar los comicios: la Liga Norte ha propuesto que sean a finales de noviembre mientras que Berlusconi prefiere esperar a la primavera. Hay, además, en las filas del PDL quien cree que el entendimiento es aún posible y se puede evitar la cita con las urnas hasta 2013, cuando termina la legislatura.

Por su parte, los parlamentarios que han seguido a Fini en su escisión del PDL aseguran que éste no dimitirá y tachan de «anticonstitucional» la intención del primer ministro y de Bossi de recurrir a Napolitano para forzar su marcha. El presidente de la República todavía no ha hecho declaraciones y fuentes de su entorno aseguran que aún no ha recibido la solicitud de Berlusconi para reunirse con él.

La oposición de centro izquierda se frota las manos ante la jaula de grillos en que se ha convertido la coalición de Gobierno y se prepara para las elecciones, aunque ni siquiera sus dirigentes se ven capaces de derrotar a «Il Cavaliere».