Lo que nos faltaba por Alfonso Merlos

Lo que nos faltaba por ver! ¡Lo que le faltaba a Montoro por escuchar! ¡Lo que le faltaba a Mariano Rajoy por soportar! Como los alumnos rezagados o abonados al suspenso y los puntos negativos, nuestras CC AA siguen pidiendo árnica. Más compasión y más paciencia. Es un error terrible pero se entiende desde una lógica aplastante que muchos de quienes se han distinguido durante años por sus políticas incompetentes, irresponsables y en algunos casos hasta de maltrato al gasto público, ahora reclamen piedad. En la hora en la que deben ser implacablemente apremiantes en el ajuste, se rasgan las vestiduras porque no saben por dónde seguir con los recortes, o no quieren, o no pueden más. ¿Están reclamando que se pise el freno cuando hay que poner el pie en el acelerador? ¿Están reconociendo esos gobernantes que no dan más de sí? En caso afirmativo, el Gobierno de la nación lo tiene sencillísimo. Sin traumas, bajo el imperio de la Ley y con ejemplar contundencia, tocará la intervención. Lo que no puede ser es que quienes han perdido un valiosísimo tiempo en corregir el desbarajuste que han creado o heredado se planten en un momento histórico y, lo que es más grosero, se dispongan a dar lecciones al titular de Hacienda para que se entregue con más celo a podar la Administración Central del Estado.

A las comunidades autónomas ni se les tiene manía ni se les pretende volar ni situar como cabeza de turco del desastre. Simplemente la han liado y ahora tienen que pagarlo. Demasiado idiotas, cobardes o antipatriotas tendríamos que ser para renunciar a pasarles la factura de la fiesta.