Espanyol
El Getafe no despierta (1-0)
El Stuttgart mandó en el partido y le bastó un gol del rumano Marica para derrotar al equipo de Míchel
El fútbol es un juego sencillo. Basta una pared para reventar un partido. Una acción tan simple, tan antigua y tan olvidada derrota a una defensa despistada y gana tres puntos. Un toque de Cacau es lo único que necesitó Marica para quedarse solo delante de Ustari y dar la victoria al Stuttgart. Le costó, tuvo que insistir ante el guardameta argentino del Getafe, que devolvió el primer intento, pero no pudo hacer nada para despejar el segundo.
Cacau fue un problema sin solución para el equipo de Míchel. Y la situación no mejoró cuando en la segunda parte Pogrebnyak sustituyó a Marica en la delantera alemana.
El Getafe pierde partidos, pero al menos no pierde el estilo. Siempre intenta jugar a lo mismo, a ganar con la pelota. Pero ayer no funcionó la creación. Quizá porque Borja no es la mejor compañía para Víctor Sánchez. El canterano azulgrana es un jugador multifunción, con llegada y derroche físico, con técnica, pero necesita a alguien al lado que dirija el juego del equipo. Tampoco los extremos funcionaron. Arizmendi fue invisible en la primera parte. Manu, con el brazalete de capitán, estaba acelerado, tenía velocidad pero no acierto para levantar la cabeza y ver a sus compañeros. Una enfermedad contagiosa, que también afectó a Miku, ayer el delantero centro del equipo de Míchel.
El Getafe se pasó ochenta minutos intentando contener al Stuttgart, incapaz de ganar un partido en la Bundesliga pero que ya lleva tres victorias en la UEFA. La entrada de Casquero y de Gavilán tras el descanso no sirvió de mucho porque el equipo español nunca se hizo con el mando del partido.
Sólo en los últimos instantes apretó. Un remate de cabeza de Gavilán descubrió que el Stuttgart jugaba con portero. Manu, que no tenía un buen día, tampoco acertó después con el empate.
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