Hospitales
La investigación y la lucha contra el cáncer más allá del laboratorio
El oncólogo Josep Baselga y el bioquímico Joan Seoane, que trabajan en equipo, hacen balance de los avances y señalan el camino a seguir
BARCELONA- Sentarse frente a frente con Josep Balsega o Joan Seoane no es fácil. Juntarlos aún menos, pero se prestan a ser fotografiados en los pasillos del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona donde, en ese momento, está teniendo lugar el XXII encuentro de la Asociación Europea de Investigación del Cáncer. Acceden a que se les roben unos minutos a pesar del estrés previo a la inminente clausura del evento. En Cataluña son las caras visibles del trabajo que se está llevando a cabo en la lucha contra el cáncer y, además, forman parte de la élite mundial investigadora.
El primero, oncólogo, es jefe del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona (VHIO) y director de la unidad de oncología del Hospital de Massachussets. El segundo, bioquímico, dirige la unidad de Investigación Traslacional del VHIO. Forman un equipo, junto a otros muchos investigadores, que tiene claro dónde destinar los esfuerzos y cuál es su propia batalla contra el cáncer.
¿Se puede hablar de erradicación en cáncer? «Hay algunos tumores que se pueden erradicar», afirma Seoane. Y añade: «Poco a poco, estamos consiguiendo que algunos tipos tumorales respondan mejor al tratamiento». No lo ve tan claro Balsega: «El concepto de "erradicar"quiere decir que el cáncer deje de existir y eso sólo puede venir dado por la prevención, la gran asignatura pendiente». Pero, recalca, abriendo una puerta a la esperanza, «en algunos tumores sí podemos pensar en ello, como el de útero por el virus del papilloma». Y puntualiza:»Aunque no erradicamos, curamos y también podemos hacer que mucha gente pueda convivir con el cáncer».
Ambos coinciden, eso sí, en que el aumento de la supervivencia sólo puede venir dado por un mayor conocimiento de los procesos moleculares implicados en el cáncer. «Tenemos que entender bien qué es lo que no funciona para diseñar tratamientos específicos», explica Seoane. «Caracterizar y secuencia cada tipo de tumor, no sólo para entender qué falla, sino también para saber cuál es el tratamiento óptimo para el paciente que será diferente para otro», añade. Es lo que se denomina medicina personalizada y una de las apuestas claras del VHIO.
A ello, Baselga añade la importancia de la detección precoz, a través de programas de cribado, y la necesidad de profundizar en la investigación de la metástasis o de cómo las células malignas se mueven por el organismo y proliferan en otros órganos. «El cáncer mata porque se produce una metástasis; nadie, o muy poca gente, se moriría si no», asegura Balsega. El oncólogo afirma que ya se conocen los sus mecanismos moleculares y que es hora de empezar a realizar nuevas terapias en fases iniciales, por lo que están buscando fórmulas para financiarlos.
Excelencia y competitividad
«Estamos haciendo avances importantes en biomedicina», afirma Seoane. Y es que «Cataluña no ha de tener ningún complejo», sentencia Balsega. El nivel de los investigadores y la calidad y creatividad de su trabajo es algo de lo que sentirse orgulloso, pero, sobre todo, a proteger.
En poco menos de 10 años, Cataluña ha consolidado su lugar en el mundo pero todo el esfuerzo invertido peligra. Por un lado, los recortes en ayudas públicas hacen tambalear el trabajo ahora en marcha. Por otro, la perspectiva de futuro para muchos jóvenes investigadores es nefasta en toda España. No se apuesta por ellos y la salida es emigrar.
«Es importante que un investigador se forme en el extranjero para saber cómo se trabaja, cómo se piensa en otro lugar», apunta Seoane. «Pero, es tanto o más importante recaptarlos. Y, por último, alerta, de que Cataluña todavía no ha entendido que la biomedicina crea riqueza. «Se ha perdido la cultura del riesgo», dice Balsega. «¿Dónde están esos téxtiles de hace 200 años?¿Hay alguien dispuesto a jugársela? Porque si no lo hay ya sabemos qué pasará: nada». Ese es el reto de Cataluña porque excelencia, competitividad y motivación, las hay.
Los límites y los recursos del sistema sanitario
Asegura el oncólogo Josep Baselga que cuanto más se conozca del cáncer más «se complicará todo». Los tratamientos, personalizados a cada paciente, seran más caros y no siempre alargarán la vida más allá de tres, cuatro o cinco meses. Hasta ahora, el sistema sanitario, el público y el privado, ha respondido a las necesidades de la sociedad, pero destinando solo el 7 por ciento del PIB –EE UU destina el 18 por ciento- qué se puede exigir? «No hay duda de que tendremos que racionalizar, es necesario debatir dónde poner los recursos, aunque sea duro», señala Baselga. Aunque, hoy por hoy, lo que le preocupa es contar con esos tratamientos para los que habrá que buscar financiación.
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