Los nazis «matacadáveres»

Ocho «atomizados» supervivientes del Holocausto nuclear de Hiroshima son asesinados en el vagón del expreso «Golondrina»... Pero sólo parece importarte al veterano inspector, Ichiro Abe, quien, impelido por su código de honor llegará a dejar el cuerpo para continuar con las pesquisas por su cuenta. El eje central de la novela intenta responder a una idea: ¿quién desea matar a personas que desde el punto de vista social ya son cadáveres? A partir de este puntal seguiremos un misterio que sólo se resolverá 15 años más tarde, aunque en medio indaguemos gracias al autor en las razones por las que en el continente asiático, los japoneses son el equivalente a los nazis europeos. No en vano, con este libro cierra lo que él mismo ha denominado su trilogía asiática, junto a «El judío de Shangai» (Premio de Novela Fernando Lara) y «La bailarina y el inglés» (finalista del Planeta).

Años de interés por la cultura nipona, con un proceso de inmersión en sus perfiles llenos de luces y sombras, dan como resultado estas páginas que oscilan entre un Japón derrotado que pone punto final a la guerra y ese otro que, tutelado por los vencedores, renace como nación moderna... Los personajes están magníficamente trazados, y resultan no sólo atractivos, sino también creíbles a la hora de seguirles por esta historia con tintes negros pero también profundamente psicológica. Imbrica Calderón de un modo muy eficaz ficción con hechos y personajes inventados con otros históricos y todo ello lo deposita sobre un marco de detallada documentación que proporciona solidez y credibilidad a la narración.

Sobre el autor
 Es historiador, editor y escritor. Ha ganado el Premio Fernando Lara y fue finalista del Cervantes
Ideal para...
entender a los japoneses en dos épocas distintas, 1954 y 1969
Puntuación 7