Londres

Las amantes de Assange se movían por «venganza»

El australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks, la web que ha filtrado los cables de las embajadas norteamericanas, puede sentirse satisfecho con el trabajo que están realizando sus abogados.

Assange, ayer, en Londres. Arriba, las acusadoras Wilen y Ardin
Assange, ayer, en Londres. Arriba, las acusadoras Wilen y Ardinlarazon

Cada testigo que la defensa llama para prestar testimonio ante el tribunal londinense de Woolwich logra dar un nuevo giro a la historia. Ayer le tocó el turno a Bjorn Hurtig, abogado sueco del fundador de Wikileaks, quien afirmó que las dos mujeres que le acusan de haber mantenido relaciones sin su consentimiento se mueven por «intereses ocultos». En la segunda jornada del proceso que examina la extradición de Assange a Suecia –donde le reclaman por cuatro cargos de supuesta agresión sexual– el letrado aseguró que los mensajes de las jóvenes de Twitter y del blog hablaban de «venganza» y de «conseguir dinero». Además, Hurtig criticó a la fiscalía sueca las filtraciones sobre el caso a la Prensa, que habían desembocado en un juicio paralelo.

Otro testigo de la defensa, el antiguo fiscal sueco Sven-Erik Alhem, resaltó por su parte que era «peculiar» que no se hubiera interrogado a Assange antes de emitir una orden europea de arresto. Pese a que el proceso debía quedar ayer listo para sentencia, el juez Howard Riddle decidió convocar otra audiencia para el próximo viernes para acabar de escuchar los testimonios.

Al término de la vista, Mark Stephens, del equipo legal de Assange, retó a la fiscal Marianne Ny para que acudiera a Londres para fundamentar personalmente su caso