Mujeres de bandera

El Big Ben permanece como máximo símbolo de la ciudad, el té se sigue tomando puntualmente a las cinco, y los turistas continúan agolpándose ante las rejas del Palacio de Buckingham para ver el cambio de guardia. Londres se convertirá esta semana en la primera ciudad en ser sede olímpica por tercera vez y algunos dirán que las cosas no han cambiado tanto desde 1908, cuando acogió sus primeros Juegos. Pero hay algo que convertirá estas olimpiadas en únicas. Y es que, por primera vez en la historia, habrá mujeres en todas las delegaciones de los 205 países que el viernes desfilarán en la ceremonia. Además, aunque la lista oficial aún no está cerrada, más de 25 países han elegido a una mujer para portar la bandera. Uno de los grandes fichajes ha sido Maria Sharapova. La campeona de Roland Garros será la primera fémina que porte la bandera de Rusia en unos Juegos. Aunque raramente viaja a su país natal, ya que vive en Estados Unidos, la tenista nunca olvidó sus raíces y siempre que juega lleva al cuello una cruz de la Iglesia Ortodoxa rusa. «Fui feliz cuando recibí un mensaje de nuestro presidente de la Federación de Tenis con el ofrecimiento para llevar la bandera de mi país. Simplemente, no podía creer que fuese verdad. Y, por supuesto, acepté encantada», dijo la deportista al enterarse de la noticia. El presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexander Zhukov, señaló que era una «elección lógica», ya que el mes pasado ganó el Abierto de Francia para completar el Grand Slam.

 Si la rusa consigue medalla, es muy posible que quien se la cuelgue al cuello y le dé las flores sea un hombre. Y es que, a diferencia de en Pekín, los nuevos protocolos incluyen más azafatos que azafatas. Sólo habrá 100 mujeres para entregar los premios, en comparación con 200 hombres. Un portavoz del Comité Organizador (LOCOG) dice que la explicación atiende a un problema con el diseño del uniforme. El detalle es lo de menos, porque este año ellas serán las grandes protagonistas. Junto con Rusia, Qatar, en un paso sin precedentes, también ha nombrado a otra mujer como abanderada. Se trata de Bahiya Al-Hamad. Esta joven de 19 años, que compite en la especialidad de tiro, fue la atleta más exitosa en los Juegos Árabes del año pasado ganando tres medallas de oro y dos de plata. En su cuenta de Twitter ha afirmado que está «totalmente emocionada». Al-Hamad es una de las cuatro atletas que forman parte de la delegación del emirato de Oriente Medio.

El cambio de Qatar
La decisión histórica de los países musulmanes de romper con su tradición de convocar sólo a deportistas masculinos ha sido clave para conseguir el logro. La ultraconservadora Arabia Saudita –gran influencia para Qatar– estaba bajo presión del Comité Olímpico Internacional (COI) y de grupos de derechos humanos para incluir mujeres en sus filas. Las autoridades se resistían a cambiar su postura porque en el reino de la península arábiga, ellas no tienen permitido practicar deportes en público, una normativa que viola los estatutos del COI. Sin embargo, finalmente, el día que cumplía el plazo para presentar las listas, el país accedió a invitar a dos atletas. Ninguna ha conseguido su clasificación a los Juegos, pero el Comité Olímpico les ha otorgado un permiso especial. Wodjan Ali Seraj Abdulrahim Shahrkhani competirá en judo mientras que Sarah Attar estará en la línea de salida de los 800 metros. El reino del Golfo también ha incluido por primera vez a funcionarias en su delegación organizativa.
Mientras que en los Juegos de Pekín, a los atletas masculinos se les permitió llevar pantalones cortos y camisetas, en esta ocasión es casi seguro que las mujeres tendrán que competir con la cabeza, piernas y brazos cubiertos. El príncipe Nawaf Bin Faisal se ha mostrado muy tajante con el reglamento y ha ordenado que las atletas tendrán que utilizar ropa «adecuada para cumplir con la «sharía» (ley islámica)», permanecer en todo momento bajo la tutela de un tutor masculino y no se podrán mezclar con los hombres.

Género y número
A pesar de las restricciones, Attar dijo que era un gran honor participar y espera que su actuación pueda hacer que las mujeres de su país se involucren más en el deporte. El presidente del COI, Jacques Rogge, ha descrito la noticia como un paso «muy positivo». «El comité ha estado trabajando muy estrechamente con Arabia Saudí, y me complace ver que nuestro diálogo continuo ha llegado a buen término. Nos hemos esforzado por garantizar un mayor equilibrio de género en los Juegos Olímpicos y esta decisión puede ser vista como una evolución alentadora», matizó.

Junto con Qatar y Arabia Saudí, Brunei también incluirá por primera vez una mujer a sus filas. Se trata de la atleta Maziah Mahusin que no sólo correrá los 400 metros sino que además también se convertirá en abanderada. El príncipe Haji Sufri Bolkiah dijo que de esta manera se mostrará al mundo que en el reino asiático las mujeres no están aisladas de los deportes. «Esto está en consonancia con los requisitos de la Carta Olímpica, especialmente los principios fundamentales del Olimpismo que conducen a la igualdad de género», recalcó. Otra de las grandes mujeres que portará estandarte es Luciana Aymar, que representará a Argentina. Es una jugadora de hockey habitual de los medios y de las revistas deportivas y del corazón, donde ha llegado a posar en ropa muy sugerente. Su romace con el actor y productor Michele Gurfi, uno delos rostros más conocidos de la pantalla en aquel país, con el que lleva saliendo más de dos años, ha hecho correr ríos de tinta.

A falta de que todos los países comuniquen su decisión, la lista de abanderadas incluye, entre otras, a la francesa Laura Flessel-Colovic (esgrima), la italiana Valentina Vezzali (esgrima), la polaca Agnieszka Radwanska (tenis), la liechtensteiniana Stephanie Vogt (tenis), la venezolana Fabiola Ramos (tenis de mesa), la chilena Denise Van Lanoen (arco), la colombiana Mariana Pajón (bici cross), la mexicana María del Rosario Espinoza (taekwondo), la luchadora japonesa Saori Yoshida, la maratonista Gabriela Traña por Costa Rica y la luchadora Annabelle Alipor Camerún.

Las uñas de porcelana de Mireia
En la historia de los Juegos, dos han sido las abanderadas españolas: la Infanta Cristina en los Juegos de Seúl (1988), en los que participó como miembro del equipo de vela, y posteriormente en 2004 portó la enseña la yudoca Isabel Fernández en Atenas 2004. En esta edición no habrá abanderada, pero sí muchas deportistas. Una de las grandes esperanzas para nuestro deporte es la nadadora Mireia Belmonte (en la imagen). A sus 21 años competirá en seis pruebas (400 y 800 libres; 400 y 200 estilos; 200 mariposa y 4 x 200 libre). Luce uñas postizas por culpa del cloro y siempre que compite se las pinta. «Es una manía», confiesa. ¿Color favorito? El rosa, que en ocasiones combina con unos brillantitos.