«Solidarios con Garzón»

Estoy pensando seriamente en dar un vuelco en mi vida. El transfuguismo ideológico o político es muy común en la política o el periodismo anglosajón. Churchill lo practicó hasta alcanzar un enorme éxito final. No era un hombre de fortuna, aunque su abuelo fuera el duque de Marlborough, pero consiguió vivir muy confortablemente gracias a la literatura y el periodismo. El genial Walter Lippmann, uno de los mejores columnistas del siglo XX, vástago de una rica familia, tuvo como pecado de juventud ser socialista, aunque sin mezclarse en exceso con las clases trabajadoras. Tras superarlo se hizo conservador, aunque le fascinó el «Camelot» de JFK. En España hemos tenido muchos burgueses y aristócratas progres que veían a los obreros sólo en las manifestaciones. He llegado a la conclusión de que ser «progre» es muy rentable. Es un sindicato de «ayuda mutua». Me sumaré a la plataforma en favor de Garzón. Luego me haré cineasta y me regalarán un Goya. Y como guionista seguro que lo hago mejor que Sinde. Hasta puedo llegar a ministro.