Moccia vuelve a declararse

Solamente el novelista Federico Moccia consigue encandilar a millones de jovencitas urbanas con sus cuentos de hadas «modernos y atrevidos». Es, sin lugar a dudas, el renovador de la novela romántica contemporánea. En el lado oscuro se encuentra Stephenie Meyer y su saga de vampiros sentimentales «Crepúsculo». Corín Tellado y Barbara Cartland escribían para las mujeres trabajadoras que soñaban con historias de amor más grande que la vida, que sus vidas. Po9r otro lado, Jackie Collins, la reina de las novelas de «amor y lujo» y «dinero y poder», actualizó la estereotipada novela rosa de los años 80 con personajes urbanos «Alt Standing» sin que perdiera su idiosincrasia: el amor como objetivo supremo y el sexo como interludio entre el amor sublime que se busca y el dinero que se obtiene.

Sexo y amor sublime
Tras el estupor que supuso la liberación sexual de los años 70 y el auge de las pasiones raras en los 80 y 90, al italiano Federico Moccia le ha tocado reconstruir el tinglado romántico sin que el sexo dejara de ser el objeto del deseo amoroso ni muriera la fantasía de un amor sublime.
Ya no hay nada raro ni cínico ni pecaminoso en «Esta noche dime que me quieres». Hay amor, como en las canciones de Alejandro Sanz, Eros Ramazzotti o Jovanotti. Pero un amor poético, realista, adecuado para disfrute de mujeres que sienten la necesidad de amar completamente a un hombre y someterse a la «tiranía» amorosa, sin que esto signifique pérdida de identidad e independencia profesional. El amor es renuncia, pero la vida... la vida moderna acaba por marcarle sus límites reales.
 «Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia», escribe Moccia, y se opera el milagro: el momento de una felicidad que se anuncia eterna pero que las constricciones humanas lo rebajan a una pasión tan excelsa como escasamente perdurable.
 «Esta noche dime que me quieres» es un himno al amor. Un melodrama más desaforado de lo habitual. Trágico pero vitalista. En donde el amor es un estado de enajenación transitoria que zarandea al enamorado entre crepúsculos incendiarios y amaneceres tristes. Con personajes cuyas vidas están regidas por la tragedia y un deseo amoroso irrefrenable.
Lo protagoniza Tancredi, un personaje que odia la felicidad ajena y destruye cuantas parejas de enamorados se cruzan en su camino. Incapaz de amar. Pero este cínico destructor, bello y multimillonario, encontrará su redención en una joven altruista y abnegada, y ambos hallarán una segunda oportunidad de rehacer sus vidas.

Sobre el autor
Máximo representante de la nueva novela romántica, sus títulos se venden por millones en medio mundo
Ideal para...
 todos aquellos lectores amantes de la novela sentimental realista con toques poéticos
Un defecto
Cierto aunque voluntario exceso de miel en sus relatos
Una virtud
Entusiasmar a sus lectoras con cada nueva novela
Puntuación: 7