El juez envía a prisión al turco y espera más pruebas para acusar a los chechenos

Además, Ruz acordó la prórroga de la detención de Muhammad Adamov y Ahmad Avar –rusos de origen checheno– hasta mañana domingo, cuando volverá a citarles una vez que se hayan practicado nuevas diligencias, como el análisis de las muestras de explosivos halladas en un zulo localizado en el chalé de la mujer del terrorista turco en La Línea de la Concepción (Cádiz), informa Efe.
Durante los interrogatorios, que se prologaron tres horas, los presuntos terroristas negaron pertenecer a Al Qaeda y estar planeando atentar en España y en otros países de Europa, tal y como explicó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tras anunciar el jueves su detención.
Yalcin explicó que el zulo era «el armario de las especias» y que ya estaba construido cuando se adquirió la casa. Pese a que el escondite estaba vacío, los guías caninos hallaron restos de explosivos que se están analizando, y sobre los que el presunto terrorista ha dicho que de confirmarse que fuera una sustancia explosiva, «cualquiera» la habría podido colocar allí porque él no estaba presente durante el registro. Yalcin, que dijo que reside de manera legal desde hace 7 años en Gibraltar, donde trabajaba como ingeniero en una empresa de construcción, justificó la aparición de tres aviones de aeromodelismo en la afición de su hijo por este pasatiempo. Los dos chechenos aseguraron que estaban en España porque habían solicitado asilo político, un extremo que corroboró Yalcin, y que se habían alojado en el domicilio de La Línea a la espera de conocer el resultado de esta solicitud.
Adamov y Ahmad Avar relataron que viajaron hace unos meses desde Rusiahasta España porque alguien les comentó que aquí podían conseguir el estatus de refugiado político. Otras fuentes de la investigación señalaron que uno de los dos chechenos indicó que ya reclamó el asilo en Francia pero que también lo quería intentar en España. Antes de la declaración, se procedió al volcado en el disco duro del juzgado de los diversos dispositivos informáticos (móviles, ipod, tarjetas telefónicas y «pendrives») que les fueron sustraidos, y cuyo contenido espera tener Ruz en sus manos el próximo domingo.