Golpe de autoridad

El Barcelona necesitaba de un golpe de autoridad en el Camp Nou con el Madrid situado a dos puntos y después del buen partido en el Emirates. Ganó el Arsenal sí, pero lo hizo con la inestimable ayuda arbitral, con un gol mal anulado y un penalti no pitado. El Barça jugó ayer un gran partido frente a un Athletic Club luchador, que dio la cara y justificó su situación en la tabla. El primer gol llegó pronto. Fue Villa, tras un espléndido pase de Xavi a Alves, que se la dejó al «Guaje», que pudo marcar de nuevo, con una gran vaselina. Pinto, que mejora día a día, hizo un paradón a Llorente, pero no pudo parar un penalti a Iraola, tras un fallo de Busquets.
En el minuto 60, hubo un penalti como una casa a Messi, y ya van dos partidos, Londres y Barcelona, en que los árbitros perjudican al Barça claramente. Messi, que dio un recital una vez más, desniveló el partido a pase de Alves, poniendo las cosas en su sitio cuando se había puesto todo muy cuesta arriba.
Hay que resaltar el partidazo de Iniesta, que estuvo extraordinario. Guardiola celebró su partido 100 en Liga con una nueva victoria y con un Barça que mantuvo su estilo de juego hasta el final.