Barcelona
La directora de Ocupación trabajó en el bufete que cerrará Yamaha
ERC denunció ayer que la nueva directora general de Ocupación de la Generalitat catalana, Esther Sánchez, trabajó como consultora sénior de la firma de abogados Baker & McKenzie, la misma que pilota el cierre de la planta de Yamaha. Los republicanos expresaron su preocupación ante un posible conflicto de intereses.
Oriol Amoròs, responsable de los temas industriales y de empleo de ERC, expresó a Efe su preocupación «por el papel que va a jugar la Generalitat, y en concreto la conselleria de Empresa y Ocupación» porque «tenemos serias dudas sobre la imparcialidad del departamento en este caso, dado que la directora general de Ocupación, Esther Sánchez, había estado trabajando en Baker & McKenzie».
Se da la circunstancia de que la Generalitat es la administración que debe aprobar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que presente Yamaha para cerrar su última planta en España.
ERC anunció nuevas preguntas parlamentarias sobre el caso y exigido que la Generalitat «ofrezca una garantía de separación de intereses que ahora se ve cuestionada», dijo Amorós. «No hay ningún problema legal, pero éticamente no nos parece compatible su actual responsabilidad si ha participado en asesorar cierres como los de Yamaha o el Honda», criticó Amorós en referencia al cierre de Honda en Cataluña, otra operación de deslocalización que también asesoró Baker & McKenzie en 2009 y que supuso el despido de 180 trabajadores.
ERC pidió la comparecencia del conseller Francesc Xavier Mena, en el Parlament para que explique la postura de la Generalitat ante el cierre de Yamaha, la primera gran crisis industrial del Govern de CiU.
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