OPINIÓN: Periodismo

¿Cuál es el periodismo que queremos hacer? Una pregunta sin respuesta satisfactoria. La pregunta no es cuál es el periodismo que debemos hacer, que es de naturaleza moral y que estaba de moda hace tan sólo diez años –frente al periodismo basura, la reivindicación del periodismo de calidad-. Esa segunda pregunta es ahora intrascendente ante la urgencia de la supervivencia. Donde hay hambre no hay metafísica. Etcétera.
Este periódico es el único que ha elevado sus ventas en los últimos meses. Se lo merece, pues técnicamente está muy bien hecho. Se podrá estar más o menos de acuerdo con su línea editorial, pero en su diseño, es muy atractivo. Otras veces son otros los que pueden jactarse de haber subido algo sus ventas o audiencias. Pero puede que no sean más que afónicos cantos del cisne en una muerte anunciada de la prensa clásica, del papel.
Mis alumnos no leen periódicos. Un alto porcentaje está «politizado» y muy interesado en lo que ocurre en el mundo, pero nunca los veo con un periódico. «Cómo queréis ser periodistas si no leéis periódicos ?», les recrimino a veces haciéndome el sorprendido. Sencillamente: no confían en la prensa tradicional. Prefieren sus propios cauces en la Red. Pero las revoluciones árabes o el 15-M en España, aunque se han servido de las redes sociales de forma muy efectiva, han necesitado la visibilidad del cara a cara en las plazas para hacerse presentes (como en la vieja democracia griega, la del Platón, no la de Papandreu) Wikileaks para conseguir verdadera notoriedad periodística ha necesitado aliarse con cinco periódicos en papel. El problema no es el contenedor (el papiro también desapareció) sino la calidad, que cuesta dinero. Las ediciones digitales de los periódicos no son rentables, mis alumnos, a día de hoy, no pueden vivir de eso. Quien tenga la solución, que tire la primera piedra.