Londres
España sigue soñando con Londres 2012
España no dio opciones a Croacia y se clasificó para la fase final de la Eurocopa sub'21, que se disputará el próximo mes de junio en Dinamarca. El equipo de Milla hizo valer el 2-1 de la ida y selló su pase con un 0-3 que no dejó lugar a dudas
El triunfo tiene mucho más valor si cabe, ya que permite mantener vivo el sueño olímpico. Después de la plata cosechada en Sydney 2000, los Juegos Olímpicos han sido esquivos para el fútbol español. Y en Dinamarca se repartirán tres plazas para Londres 2012.
El guión del partido resultó de lo más extraño. España dominó por completo en la primera mitad y dispuso de las mejores ocasiones. Pero no obtuvo el premio del gol. Y en la segunda, cuando Croacia encerró a los de Milla en su área en busca de un gol salvador y la pelota quemaba en los pies de los españoles, llegaron los goles y medio pasaporte olímpico.
Los croatas tenían la misión de remontar un gol después de salir vivos del partido de ida. Para conseguirlo, Ladic hizo dos «fichajes» de lujo. Reforzó su once con dos internacionales absolutos, pero la apuesta le salió mal. Rakitic se lesionó en una acción fortuita antes de cumplirse el primer cuarto de hora. Y Lovren acabó expulsado, desquiciado por el gol de Domínguez.
España no pudo irse al descanso con ventaja por culpa de Kelava, que, cuando la puntería no fallaba, como sucedió con Adrián, sacaba manos milagrosas para evitar el gol español. Así lo hizo con Mata, en la recta final del primer tiempo, al que un pase genial de Thiago le dejó con el balón en los pies por delante del punto de penalti y con el portero croata desplazado de la portería. Pero Kelava reaccionó al disparo del valencianista como un gato y desvió la pelota. Nadie se lo creía.
La reacción croata tras el descanso pilló desprevenida a España, que se vio encerrada en su área e incapaz de sumar tres pases seguidos cuando recuperaba el balón. A pesar del dominio local, De Gea no pasó demasiados apuros. Sólo sufrió en un gol anulado a Oremus por manos claras. Las esperanzas de los balcánicos se vinieron abajo con un córner que acabó con el gol de Domínguez, que actuó de lateral izquierdo para reforzar la banda derecha croata, la más peligrosa. La acción vino precedida de un grave error del portero, que el equipo local protestó como una falta que nunca se produjo.
El gol y la polémica acabaron por desquiciar al equipo croata y a la afición, tan caliente como se esperaba. El partido tuvo incluso que pararse durante casi diez minutos por lanzamiento de objetos.
Cuando el árbitro decidió reanudar el choque, a Croacia ya no le quedaban fuerzas para nada y España aprovechó para lucirse con dos goles preciosos en la recta final. Uno de Adrián, tras un pase genial de Mata con la espuela, y otro de Jeffren, que culminó una jugada de combinación muy bonita. El equipo español se aferró al sueño olímpico con todas sus fuerzas. El último esfuerzo será en Dinamarca, donde el sueño debe convertirse en realidad.
El doctor Guillén evita una tangana
En el último minuto, con todo sentenciado, rondó la tangana. Una fea entrada sobre Domínguez, que le produjo un esguince de tobillo, que le impedirá jugar el sábado ante el Getafe, provocó que el zaguero se encarara con el defensa croata, quien ya tenía una tarjeta amarilla y se fue de rositas, no así el atlético. Afortunadamente, el médico de la Selección sub'21 estaba cerca y evitó un altercado. El doctor Guillén tiró de veteranía, y de físico, y agarró a Domínguez para llevárselo a la banda y alejarlo de los croatas, que buscaban pelea. Él pidió el cambio y el relevo fue Botía.
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