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Fernando Trueba / director: «Si gano improvisaré»

Fernando Trueba / director: «Si gano improvisaré»
Fernando Trueba / director: «Si gano improvisaré»larazon

Casi dos décadas después de ganar un Oscar a la mejor película en lengua extranjera por «Belle Epoque», Fernando Trueba compite de nuevo en Hollywood por la preciada estatuilla con «Chica & Rita». En esta ocasión, no viene de la mano de Penélope Cruz, el mejor talismán español, sino de la de Javier Mariscal, diseñador y codirector de una cinta que compite con la película de Gore Verbinski «Rango», la única que realmente puede hacerle sombra. Él lo sabe. Entre sus deseos está trabajar con Johnny Depp, con Lena Olin y con Verónica Echegui. Y colaborar otra vez con el diseñador.

-Cuando, como usted, ya se ha ganado un Oscar, ¿se vive de forma distinta la segunda nominación?
-Estamos en otro siglo, y yo soy 18 años más viejo. Al no ser la primera vez, y con mi edad, miro todo desde la distancia. Vengo con otro equipo, y con Mariscal, que hace su primera película y le nominan al Oscar.

-Ésta es la primera vez que España compite en la categoría de mejor película de animación. ¿Le sorprende?
-En absoluto. Siempre hemos tenido muy buenos animadores. De hecho, en Pixar, Disney y, en su época, en Hanna-Barbera, ha habido dibujantes españoles. Hay una gran tradición y España debería haber sido una potencia en este campo, porque la capacidad humana existe. Lo que ocurre es que es un género tan costoso que no hemos podido levantar una industria. Espero que esta candidatura ayude a crearla.

-¿Supone un cambio en su carrera realizar una cinta animada?.
-«Chico & Rita» no podía ser de otra manera. Lo que me movía a entrar en el mundo de la animación era trabajar con Mariscal, conservar su estilo, sus colores, esa alegría picassiana que tiene. Hemos trabajado de muy buen rollo y es un triunfo haber llegado hasta aquí, y por segunda vez. Todo surgió de unos dibujos que vi de La Habana hechos por Mariscal. Me quedé tan prendado que le dije que ésa era la película que teníamos que hacer, y que tenía que transcurrir en esa Habana tan bonita que había dibujado.

-¿Tiene fama de revisar escrupulosamente los guiones que recibe. ¿Son una pieza fundamental para usted?
-Escribir un guión es la parte más importante de cualquier trabajo en el cine. Un buen guión es la madre de todas las películas.

-¿Tiene un discurso preparado?
-No, en absoluto. Si la suerte cae de nuestro lado no nos va a quedar más remedio que improvisar. El camino del Oscar es extraño. Nunca sabes...

-¿A quién ha querido rendir homenaje con esta película?
-En un año en que Hollywood se ha mirado a sí mismo, yo he tratado también de realizar el mío al cine, a toda una época que fue necesaria para poder entender lo que hoy hacemos. Tengo la sensación de que en Estados Unidos son muy sensibles a este tipo de películas. Y por descontado, al mundo de la música, a Bebo, a Nueva York y a La Habana.

-Entre las candidatas a alzarse con un Oscar, ¿destacaría algún filme en especial?
-Me quedaría con «Nadar y Simin», y con mi incondicional admiración por Alexander Payne, director de «Los descendientes».

-Cuando ganó el Oscar por «Belle Epoque» dedicó el premio a Billy Wilder. Si lo consigue este año, ¿a quién se lo va a dedicar?
-Vamos a esperar. Siempre habrá alguien a quien dedicárselo.

 

Iglesias, a la tercera
Si en los Goya arrasa, en los Oscar tampoco es un desconocido. Alberto Iglesias (en la imagen) asiste a la gala como nominado por tercera vez. La primera fue por «El jardinero fiel» en 2006, la segunda por «Cometas en el cielo» en 2008, y «El topo» puede hacerle cumplir eso de que a la tercera va la vencida. Con diez premios Goya (el más reciente, el de «La piel que habito») y dos premios de la Academia Europea, el Oscar es de lo poco que se le resiste al músico. La producción española de «Mignight in Paris» también hace un poco nuestras las opciones de Woody Allen.