Cataluña

«Batasuna estará en las instituciones de un modo u otro»

Entrevista a Jaime Mayor Oreja, Eurodiputado del PP 

«Batasuna estará en las instituciones de un modo u otro»
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¿Para qué ha de servir la movilización de las víctimas?
–Esta manifestación ha sido la confirmación de que cientos de miles de españoles no queremos el aterrizaje de ETA en las instituciones. Hemos dicho que estamos vigilantes y que no nos vamos a quedar quietos ante los intentos de engaño bajo la apariencia del final de ETA.

–Ha sido una marcha preventiva por si el Gobierno afloja el pie.
–En la lucha antiterrorista no es la primera vez que se producen hechos notorios que no necesitan pruebas. Recuerdo que en mi primer encuentro con el ministro del Interior francés, me echó en cara que yo sostuviera que la dirección de ETA estaba cobijada en Francia. No tenía pruebas, pero luego quedó confirmado. En septiembre del 98 otro hecho fue que PNV y ETA habían llegado a un acuerdo por el que los terroristas dejaron de matar. En febrero y en marzo de 2010, en Palencia y en Madrid ya expliqué que había en marcha un proyecto de resolución de conflictos, que quedó confirmado cuando entraron en juego los mediadores internacionales. ETA nunca deja de matar si no hay una tregua y un pacto previo, y así lo confirma el comunicado del 8 de septiembre en el que recuerda que lleva meses sin matar.

–¿Y no puede ser que deje de matar porque está en su momento más débil y necesita hacer un parón, aunque sea para reorganizarse?
–La explicación más lógica es que no mata porque participa en un proyecto pactado de resolución de conflictos, que no se rompe por las detenciones policiales. Matar es muy fácil.

–¿Y sí lo rompería que Batasuna no estuviera en las elecciones?
–Descarto absolutamente que eso ocurra. Tiene que estar de un modo o de otro, en un porcentaje o en otro. Es posible que no esté en todos los ayuntamientos, pero entrará, si no nada de esto tendría sentido.

–¿O usted se ha equivocado?
–En la vida uno defiende la verdad en la que cree, y claro que puede equivocarse. Pero no nos equivocamos cuando la tregua-trampa de 1998 ni tampoco cuando advertimos de que detrás de la tregua en Cataluña había un pacto oculto con ERC. Ahora el proceso lógico es que esto responda a un pacto previo entre Gobierno y ETA.

–¿Bajo qué apariencia se colará Batasuna en las municipales?
–ETA no va a dejar tirada a Batasuna y su plan A es la coalición con EA. Eso no significa que no haya un plan B que pueda sumarse al A, y que consistiría en que el Constitucional transforme en doctrina mayoritaria el voto particular del Supremo. Sortu no es la pieza fundamental de ETA para entrar en las instituciones, sino la coalición con EA.

–En ese proyecto de resolución de conflictos, ¿qué papel tendría un Ministerio del Interior que se está mostrando implacable en la persecución policial de los etarras?
–La segunda parte de la negociación consiste en no cometer los mismos errores que en la primera. El papel de los mediadores es distinto, ya no son secretarios de mesa, sino que marcan las posiciones de las dos partes y les piden gestos. Y gestos se están produciendo, como el de ETA de anunciar en septiembre que lleva meses sin matar.

–¿Y qué gestos está haciendo el Gobierno? Reconocerá que lo que se ve no tiene nada que ver con lo visto en la pasada Legislatura.
–La primera parte de la negociación era abierta entre Gobierno y ETA. Pero en un proyecto de resolución de conflictos las dos partes dicen que van ganando. Por eso unos nos dicen que estamos en el principio del fin. Y los otros sostienen que están en el principio de la autodeterminación.

–¿Cree que la sociedad podría acabar aceptando la ecuación de que ETA deja de matar a cambio de defender sus ideas en política?
–ETA nunca cambiará. Favorecerá la apariencia de final mientras le venga bien, pero no se disolverá hasta que vea al alcance de su mano el proyecto de autodeterminación.

–¿Eso implica descartar la derrota por la vía de la presión policial?
–ETA también está midiendo la debilidad de España. Su fuerza no reside sólo en sus comandos, sino también en la debilidad de la nación española, en la extensión del derecho de autodeterminación por Cataluña y en encontrar referentes en el corazón europeo, como el de Bélgica, que animan sus planes de ruptura.

–¿Luego, no cabe un fin policial?
–ETA no es sólo una organización terrorista, sino un proyecto de ruptura. Desde la fortaleza de España sí se puede terminar con ella, pero no con un proyecto de resolución de conflictos. Sólo se disolverá con la autodeterminación y tardará un tiempo. ETA tiene fases más políticas y otras más militares, y ahora ha puesto los cestos en la política.

–¿Para qué?
–En estos momentos ETA considera que le va mejor sin matar. Cree que el actual proceso de debilitamiento de España le ofrece condiciones más ventajosas que la España constitucional en la que cometía sus crímenes. Es muy importante el avance que ha experimentado desde el 98 el derecho de autodeterminación. Los nacionalistas se han abrazado al derecho de autodeterminación y eso va en beneficio de ETA.

–Si ustedes gobiernan, ¿romperán ese «proyecto de resolución de conflictos con ETA» si se lo encuentran en marcha?
–Nuestra posición es muy clara: no queremos que ETA esté en los ayuntamientos. Sólo creemos en el Estado de Derecho y en el cumplimiento de la ley.

–¿Y usted no cree en el pacto del PP con esos nacionalistas que dice que se han abrazado al derecho de autodeterminación?
–Hace falta una mayoría de españoles que dé su apoyo y su confianza al PP para fortalecer a España en todos los ámbitos: sólo creo en eso. El deseo del PSOE es dibujar una España en la que no pueda gobernar un partido como el nuestro y creen que en la consecución de ese objetivo dan un paso adelante si ETA aterriza en los ayuntamientos.

–Pero el PSOE sabe que ningún Gobierno puede darle a ETA ese derecho de autodeterminación.
–Ya, pero Zapatero lo ha relativizado todo. La nación, el derecho a la vida… ¿Por qué ETA no va a pensar que también va a relativizar lo que significa un Estado confederal?

–¿ETA no miente?
–ETA tiene en el crimen la mentira más brutal y cruel. Un asesino no necesita mentir sino matar y romper. En todos los procesos de negociación se ha preocupado de registrar con claridad lo que pasaba.

–También en el diálogo con el Gobierno de Aznar.
–También ETA levantó acta en el diálogo con los enviados de Aznar. Actas que, por cierto, fueron conocidas hace años. Y en nada tienen que ver ni siquiera en los contenidos de las mismas con las que hemos conocidos estos días.

–Hay quienes sostienen que ustedes también cedieron con la banda con el traslado de presos etarras.
–Nosotros no habíamos pactado aquella tregua, nos la encontramos hecha. Pero estábamos en el Gobierno y había una presión muy fuerte que nos exigía que no nos quedásemos quietos. Yo presenté un proyecto de acercamiento que era el más fiel a la política de tratamiento individualizado de los presos que seguíamos. Fueron 63, ninguno relevante, y es importante subrayar que aquella decisión no fue fruto de ningún pacto.

–En público su partido no sigue su discurso, ¿y en privado? ¿Alguna vez le han desautorizado?
–En privado defiendo lo mismo que en público, y jamás nadie me ha llevado la contraria. Yo no hablo como un experto en la lucha antiterrorista. Pero sí conozco a fondo su proyecto de ruptura y hablo desde la obligación moral que me impone ese conocimiento de lo que representa ETA.