ANÁLISIS: Qué está en juego por Carlos Rodríguez Braun

–Qué se juega España en la eurocumbre de hoy?
–La estabilidad de la zona euro, que requiere zanjar el caso griego e impedir su contagio a otros países.

–¿Cómo se consigue eso?
–El caso de Grecia se va a resolver como generalmente han resuelto los estados sus deudas excesivas, a saber, no pagándolas, pero arbitrando algún sistema que pueda garantizar que en el futuro sí honrarán sus compromisos. Por lo tanto, ahora habrá una quita, posiblemente del 60%, y quizá incrementando los plazos del pago. Al mismo tiempo se expandirá el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), tal vez con aportaciones de países de fuera de la eurozona, y con un mayor papel del Banco Central Europeo en la compra de deuda periférica. En cuanto a la deuda europea, como apuntó ayer «Expansión», podríamos estar en puertas de una especie de Plan Brady –esquema por el cual a finales de los años 80 varios países subdesarrollados permutaron su deuda por títulos más fiables y de menor coste–. De momento, no habrá eurobonos, pero sí algo parecido.

–¿Hay seguridad de que pueda mitigarse el temor de los mercados a unos incumplimientos públicos aún mayores?
–No hay forma de saberlo con anticipación. Es posible que el mayor FEEF actúe como amedrentador, al estilo de lo que llaman en EE UU la teoría de la bazuca: las autoridades tienen un arma muy poderosa, y ese poder basta para tranquilizar. Recordemos, sin embargo, que si la confianza de los agentes económicos se vuelve en contra, no hay ningún Estado ni ningún poder tan abrumador como para conseguir que los ciudadanos le sigan prestando indefinidamente su dinero. Hace casi veinte años, el Reino Unido aseguró que no iba a devaluar la libra esterlina y que pondría en ese empeño todos sus enormes recursos. Los que no le creyeron, como George Soros, apostaron en contra y se volvieron multimillonarios cuando finalmente se comprobó que la situación de las finanzas británicas era insostenible.

–¿Será esta cumbre histórica la solución para Europa?
–Los políticos van de cumbre histórica en cumbre histórica resolviendo poco, entre otras cosas porque no aceptan ser la parte más importante del problema. La solución para Europa la están dando ya los trabajadores y los empresarios, con enorme sacrificio en términos de paro y de empresas cerradas. Si los políticos dejan a los ciudadanos en paz, puede haber solución; el sector privado proseguirá su ajuste y podremos volver a crecer. Y si no, no. Lo que sí podemos pronosticar es que si no hay solución, habrá otra cumbre histórica. Si hay solución, los políticos se felicitarán por encontrarla; y lo celebrarán en otra cumbre histórica.