Literatura
«Manolito Gafotas»: más y mayor
Nació para los lectores en 1994 y después de siete entregas y de lograr para su «madre literaria» el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, llevaba diez años en silencio. Demasiado, para un chaval de barrio con una imaginativa inteligencia verbal. Para alegría de sus millones de seguidores en todo «el mundo mundial», como él diría, vuelve «Manolito el Gafotas»: Algo más crecido, con una nueva hermana, un país en crisis y la misma lucidez carabanchelí de siempre. Su título: «Mejor Manolo» (Seix Barral), ilustrado por Emilio Urberuaga.
El retraso, explica Lindo, se debe a que «no salen los libros como churros, sólo he vuelto al personaje cuando tenía muchas ganas de reencontrarme con él. Pero es cierto que la presión de los lectores ha sido tal que a veces parecía que hubiese abandonado a un niño real», cuenta entre risas. Y el trasfondo, como no cabe otro remedio, es la crisis, pero Manolito «no habla directamente de ella. No pontifica, lo vive en primera persona: su cartilla de Bankia, la economía familiar... Cuando escribes humor tienes que partir de una energía especial en un momento en que el pesimismo es tan fuerte. Es saludable para mí y para el lector», asegura la escritora.
«Manolito soy yo»
Manolito es ahora Manolo, sólo un par de años mayor, pero se notan. «Me ha permitido sofisticar un poco el lenguaje, sus miras y su entorno. En el fondo, Manolito es el responsable de la familia». Luego la pregunta es obligada, ¿ha vuelto para quedarse? «Escribir sobre él me divierte, pero también me produce melancolía, porque tengo que sacar algo muy íntimo y poner sobre la mesa un tiempo que no volverá. Los sentimientos, emociones y la manera de ver el mundo de Manolito son los míos; soy yo misma. Quien escribe un libro en el que un niño habla en primera persona ha preservado, de alguna forma, el niño que fue», explica Lindo. Manolito es, ni más ni menos, un niño de Carabanchel.
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