Cerco a la corrupción

Rubalcaba no pone la mano en el fuego por nadie de su equipo

Exige disculpas a los que «calumniaron» a su número 2

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MADRID- El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, evitó ayer aclarar si pone o no la mano en el fuego por sus colaboradores del Ministerio del Interior y por todos sus compañeros socialistas en el «caso Faisán». Al término del Consejo de Ministros, preguntado en tres ocasiones sobre esta cuestión, el portavoz gubernamental tiró balones fuera, sin despejar la incógnita. Primero, se le preguntó si había solicitado de su «número dos», Antonio Camacho, algún tipo de explicación estos días. «Creo que he sido lo suficientemente claro sobre este tema, y hay preguntas que no termino de entender. ¿Me pregunta si he hablado con el secretario de Estado después de que durante cuatro días seguidos le hayan calumniado sistemáticamente en diversos medios de comunicación? ¿Me preguntaba eso?» Al intentar puntualizar el motivo de su pregunta, Rubalcaba interrumpió al periodista: «Ah entonces no le he entendido bien». Acto seguido, dio por concluida su respuesta con un escueto y seco «ya le he contestado».

Al ser repreguntado por esta cuestión, replicó que ya había respondido «36 preguntas parlamentarias sobre este tema y hoy cuatro o cinco». «Siempre he dicho lo mismo hay una investigación judicial que yo respeto». A su juicio, conviene que los ciudadanos sepan que todas las personas implicadas en ese asunto están procesadas o pendientes de juicio. Pero «no me parece que se hagan juicios de valor y se levanten calumnias e injurias», aseguró tras conocer el auto judicial que exime a Camacho de declarar por las conversaciones que mantuvo antes y después del «chivatazo» a ETA en mayo de 2006 con el principal imputado en la causa, el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo.

El auto «deja claro que el secretario no tiene nada que ver con esta historia», avisó. Por eso protagonizó una acalorada y cerrada defensa de su «honorabilidad». «No voy a defender mi buen nombre, pero si el de mi secretario de Estado, que lleva 7 años sirviendo a la seguridad de los españoles y que ha soportado calumnias e injurias de todo tipo» en la última semana. De ahí que reclame disculpas de quienes le han calumniado para «reparar su honor».