Estreno

El hombre que amaba más a los coches que a las mujeres

Edward Smith está enamorado de su coche. Pero no le gustan los compromisos. Actualmente vive con su última "novia", un Volkswagen escarabajo blanco llamado "Vanilla", pero no es más que la última de sus conquistas. Smith asegura que ha practicado sexo ya con más de 1.000 coches. Es uno de tantos "frikis"que, de vez en cuando, se cuelan entre las páginas de los periódicos.

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Edward Smith no está loco. Eso es al menos lo que dice él, que defiende su derecho a enamorarse y tener relaciones con el coche que en ese momento le ha robado el corazón. "Yo aprecio la belleza y voy un poco más allá apreciando la belleza de un coche desde el momento en el que lo siento como una expresión de amor", asegura al diario The Telegraph.

Como cualquier romántico que se precie de serlo, Edward sabe qué es lo que ablanda su corazón. "Quizás estoy un poco desfasado, pero siento algo maravilloso cuando veo películas como Herbie o Knight Rider (KITT 2000 en España), donde los coches se hacen adorables y achuchables".

"Soy un romántico. Escribo poesías sobre coches, les canto y hablo con ellos como si fueran mis novias. Sé perfectamente lo que está en mi corazón y no tengo ninguna intención de cambiar-afirma- "No estoy loco y no hago daño a nadie, simplemente los coches son mi preferencia en la vida".

Y después de tanta exhibición de romanticismo, llegan las confesiones más íntimas. Smith, de 57 años, reconoce haber tenido su primera relación sexual con un coche a la edad de 15 años.

Hasta llegar a Vanilla, ha pasado temporadas, más o menos largas, con centenares de coches, de todas las marcas, tipo y condición, nuevos y usados, sin importarle más que los sentimientos que le despertaban.

Uno de los que más huella le dejó fue otro escarabajo, con quien pasó cinco años, aunque reconoce que muchas veces ha tenido relaciones furtivas con coches extraños en garajes y aparcamientos públicos.

Eso sí, asegura que nunca se ha sentido atraído ni por una mujer ni por un hombre. Su relación sexual más intensa fue la de hacer el amor con un helicóptero en los años 80. Nada comparado con sus novias de juventud, asegura, ni con la última mujer con la que tuvo contacto carnal, hace ya 12 años, con quien no llegó a consumar. Todo lo contrario que con su colección de vehículos.