Barcelona
Miles de profesionales estallan contra el tijeretazo en la sanidad
Miles de funcionarios públicos tomaron ayer la plaza Sant Jaume en una protesta masiva contra los recortes del Govern. El lugar se quedó pequeño para las más de 10.000 personas, según la Guardia Urbana (20.000, según los sindicatos), que clamaron contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y lo que consideran el desmantelamiento del estado de bienestar.
La concentración tenía que comenzar a las 18.00 horas, convocada por todos los sindicatos y apoyada por los partidos de la oposición, pero media hora antes ya era prácticamente imposible cruzar de un lado a otro de la plaza con agilidad. De hecho, los accesos quedaron rápidamente bloqueados por los manifestantes y hubo retenciones en las calles colindantes. La respuesta de los trabajadores y usuarios de los servicios públicos superaron todas expectativas.
A la protesta estaban convocados no sólo funcionarios, sino todos los ciudadanos, pero las protagonistas, un día más, fueron las batas blancas de los profesionales de la sanidad. «En el sector de la educación no son conscientes aún de la envergadura de los recortes», señaló una docente, aunque los sindicatos educativos también hicieron oír su voz. Durante más de dos horas no dejaron de sonar bocinas, pitos y tambores que animaron los gritos de los asistentes. Entre las consignas coreadas pedían las dimisión del conseller de Salud, Boi Ruiz, y, aunque menos, de Artur Mas.
De poco le ha servido al Govern intentar calmar los ánimos después de que su principal asesor en materia sanitaria, Miquel Vilardell, exigiera la paralización de las medidas de recorte. La indignación de los sanitarios también se plasmó en multitud de pancartas, que, con imaginación, trataron de plasmar un sentimiento común: la calidad y excelencia del sistema sanitario están en juego de llevarse a cabo una reducción presupuestaria de 1.000 millones de euros, y no se van a quedar de brazos cruzados. Algunos carteles hacían referencia a posibles alternativas para reducir el gasto, como la supresión de coches oficiales o de «embajadas». «Mas da ejemplo y bájate el sueldo», sostenía un sanitario.
«Si ‘Boi' a ‘Mas' la sanidad pierde», predicaba un letrero, en referencia a la advertencias vertidas por el conseller y el president alegando que ahora tendrán que «trabajar más por menos». De hecho, dos hospitales ya se han declarado en rebeldía oponiéndose a acatar las órdenes de Salud. Anteayer fue el alcalde de Olot quien dijo que no cumpliría con el ahorro impuesto, y, ayer, fueron los alcaldes del Baix Empordà. Señalaron que no bajarán el gasto del Hospital de Palamós justo al inicio del periodo de playa. El 14 de mayo está convocada otra manifestación, mientras en los hospitales las concentraciones seguirán cada semana.
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