Cae una red que vendía mujeres por 15000 euros

BARCELONA- Tras un año de investigaciones, los Mossos d'Esquadra han desmantelado a una violenta red internacional de proxenetas de origen albanés y han detenido a 20 personas, de las que 19 ya están en prisión. Cinco de los arrestados estaban en libertad provisional a la espera de ser juzgados por el asesinato, en 2006, de dos presuntos proxenetas. Además, han sido expedidas seis órdenes internacionales de detención para que otros integrantes de este grupo desmantelado sean puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Sabadell.
El inspector jefe del área central de crimen organizado de la Policía Autonómica, Jordi Ollé, informó ayer que la operación, denominada «Elvis» y en la que han participado más de 300 agentes, se inició con la denuncia de una menor rumana que fue captada por dos albaneses en Italia y vendida por 13.000 euros a un grupo de proxenetas. Hasta ahora, los Mossos han podido identificar unas 50 mujeres que han sido obligadas a prostituirse en diferentes carreteras catalanas y que han sufrido abusos sexuales y agresiones físicas reiteradamente. Las víctimas eran compradas o vendidas por unos 15.000 euros.

Violencia extrema
La violencia de la que hacían uso los detenidos era extrema, según relató la Policía, tanto contra las prostitutas, la mayoría rumanas pero también de origen albanés, ruso y ucraniano, como contra otros grupos dedicados a la explotación sexual.
De hecho, el asesinato de dos presuntos proxenetas abatidos a tiros en la vía publica que se les imputa a cinco de los detenidos servía de «carta de presentación» a la red para imponer su dominio en las carreteras catalanas.
Además, según le consta a la Policía, estos proxenetas extorsionaban a otros y les obligaban a pagar una cuota diaria de 150 euros por cada mujer forzada a prostituirse en las vías. El territorio controlado por la red ahora desmantelada se extendía al Vallès Occidental y Oriental, al Barcelonès, el Baix Llobregat, el Garraf, el Maresme, la Selva y Tarragona. De hecho, esta investigación ha llevado a los Mossos a detectar otros tres grupos dedicados a la explotación sexual de mujeres y a detener a seis personas.
Las mujeres eran captadas en sus países de origen con mentiras y eran sometidas a palizas y amenazadas. Una vez las víctimas cedían se las obligaba a prostituirse. Algunas de ellas llegaron incluso a controlar a otras mujeres en la carretera y mantener relaciones sentimentales con los propios proxenetas.
 A los detenidos se le imputan delitos de asociación ilícita, lucro y coacción a la prostitución, inmigración clandestina, agresiones sexuales y tenencia de armas, entre otros. Los Mossos han registrado hasta catorce domicilios en los que se intervinieron armas de fuego reales y simuladas, 18.000 euros y documentación.
Ahora la Policía «se centra en ofrecer asistencia» a la víctimas e instarlas a que denuncien, aunque de momento sólo lo han hecho cinco.