Feliz año heavy

No hay seguidores más fieles a sus grupos de música que los heavis y metaleros. Que se lo digan a Iron Maiden, Helloween o, en clave española, a Los Suaves, Reincidentes y demás, que atraen a dos generaciones, eso sí, menos que Rosendo, el maestro de todos, que sigue en la brecha tres décadas después. Sin un euro de publicidad, el quinteto navarro Marea parece llamado a suceder a esos nombres con rock urbano en castellano, pariente del de Extremoduro, que se atreve con un Palacio de los Deportes casi lleno, esta vez sí, de gente joven.
Marea son uno de esos grupos de «albañiles» (como ellos se definen) más bien cortitos de técnica pero con las ideas claras: la prueba es que llevan seis discos en doce años. Surgidos y cansados de las cloacas del punk de Pamplona, huyen de las nuevas tendencias, de las moderneces que predican paisanos suyos como El Columpio Asesino. «Nos juntamos para hacer el rocanrolillo de siempre», dice «Kutxi» Romero, líder de la banda, simple pero efectivo con el bolígrafo, con varios discos de oro y de platino a la espalda y un largo transitar de excesos (claro) y desavenencias discográficas (esto también es rock & roll).
Conocidos y sucesos
Del éxito de la banda tiene mucha culpa un viejo conocido de la escena del rock española, Iñaki «Uoho» Antón (Platero y Tú, Extremoduro), que les produjo «Besos de perro», el tercer disco y su explosión de popularidad. Las andanzas del grupo después de ese álbum incluyen desafortunados sucesos como la caída del escenario de Romero en Lérida, quien, un tanto ebrio, se lanzó al público para que le recogieran: «La media de edad de nuestra audiencia son chicos de dieciséis años y cincuenta kilos. Yo peso ciento diez», justificaba Romero. El resultado: un brazo destrozado y la promesa de dejar de beber. Incumplida. Su último disco, «En mi hambre mando yo», es el que presentan en Madrid. Extremoduro, fuente de inspiración para Marea, dejó este año a Lady Gaga sin el número uno de ventas con su «Material defectuoso». Pero los extremeños no hacen promoción ni actualizan su web (aunque tienen Facebook), están vetados en la mayoría de emisoras de radio ni tampoco hacen gira y a pesar de todo... La sencillez de sus propuestas sigue siendo atractiva en un mundo, el musical, lleno de apostura. Por cierto, que, en un giro de tuerca, el Primavera Sound, meca absoluta de lo «cool», ha confirmado para su cartel de 2012 a los muy rudos Napalm Death, Liturgy y Mayhem, y corría el bulo de que asistirían incluso Judas Priest... Así que puede que veamos a los gafapasta hacer la señal de los cuernos y ondear melena. En realidad, este guiño de la organización busca arropar a Justice, el cabeza del cartel del certamen, un dúo francés que conoce todos los secretos de la pista de baile pero que con «Audio, Video, Disco» buscan sonar tras los platos como una banda de viejos del heavy metal.

En hueso
Con todas las miradas apuntándoles, Justice, los proclamados herederos de Daft Punk, no han hecho lo que se esperaba de ellos. Anticipábamos un disco inmediato, lleno de rompepistas, y ellos se han empeñado en sonar a rock progresivo y no ha sido comprendido. Otros que han pinchado en hueso con su paseo por el guitarrazo han sido Estopa, aunque la comparación suene a risa. Los de Cornellà se atrevieron a todo en «2.0» pero lo suyo es la rumba.

- Dónde: Palacio de los Deportes. Madrid
- Cuándo: hoy, a las 22:00. Apertura de puertas, 20:00.
- Cuánto: 23 euros.