Bogotá
Muchos retrasos y hasta un motín
Según Barajas fue volviendo a la normalidad durante el día de ayer, algunos pasajeros consumieron la poca paciencia que les quedaba. El enorme atasco de viajeros que provocó el parón brutal de los controladores aéreos hizo que muchos tuvieran que esperar todavía más horas hasta lograr embarcar. Los retrasos en los vuelos fueron de entre una hora y una hora y media, a lo que se añadía que no todas las compañías viajan a todos los destinos cada día.
Mientras algunos intentaban armarse con un poco más de paciencia, ya con su tarjeta de embarque en la mano, otros optaron por el motín después de infinitas vueltas de mostrador en mostrador. Ese fue el caso de Diego, un colombiano que viajaba hasta su país con su mujer y que protagonizó una «sentada» con otros dos centenares de personas que esperaban desde el viernes para cruzar el Atlántico.
«El viernes asumimos que no se podía volar, pero el sábado estuvimos aquí todo el día y no fue hasta las cinco de la madrugada que logramos pasar a la zona de embarque», explicó. Sin embargo, cuando iba a salir el avión, a mediodía de ayer, «sólo dejaron entrar a 18 personas, y ni siquiera a las más necesitadas porque ignoraron a una persona mayor en silla de ruedas, a una madre con un bebé y a un hombre que iba con su hijo enfermo», aseguró. Según relató el colombiano, cuando comenzaron las voces de protesta y varios pasajeros se negaron a salir de la zona de embarque la compañía intentó que regresaran a la terminal con la promesa de que tenían un vuelo extraordinario. «Pero nos mintieron y volvimos a arrastrarnos de mostrador en mostrador hasta que nos rebelamos, nos sentamos en el suelo y nos negamos a movernos hasta que encontrasen una solución».
Finalmente, un responsable de la compañía se reunió con ellos y prometió que les alojarían esa noche y hoy se fletaría un vuelo directo a Bogotá. Además, se comprometieron a facilitarles los vuelos de conexión desde la capital colombiana a los distintos puntos del país a los que viajaban los pasajeros.
«Horas más tarde sólo tenemos la tarjeta de embarque para Bogotá porque hay problema para conseguir las conexiones, pero muchos de nosotros estamos muy cansados y pensamos en acercarnos siquiera a la capital y allí buscarnos la vida como podamos», explicó. El vuelo sale hoy a medio día, «pero vamos a estar aquí a primera hora por si acaso», afirmó Diego.
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