Jiménez va en serio

Aunque el viento dio una tregua, ningún jugador aprovechó el beneplácito climatológico para atacar al campo y llenar la tarjeta de «birdies», lo que deja un British igualadísimo antes del fin de semana, que, por cierto, se presenta borrascoso. Así las cosas, el «Pisha», que por momentos saboreó la condición de verse en lo alto de la tabla, es tercero a un solo golpe de los líderes, Darren Clarke y Lucas Glover, y comparte la tercera plaza con Martin Kaymer, Thomas Bjorn y Chad Campbell.
Pero la «Armada» española tiene más candidatos. En el 140 Open Británico, el primero desde que no está Seve Ballesteros, existe el pálpito de que pueda suceder algo sonado para el golf español. Sólo a un paso, un golpe, por detrás de Jiménez, a dos del liderato, está Pablo Larrazabal, que ayer firmó el par del campo. El catalán, de 28 años, que ganó hace dos semanas en Múnich y en un desempate a Sergio García, está bien colocado para el fin de semana más importante de su carrera deportiva. García, en decimonovena posición tras sendos cumplidos pares, figura en un pelotón de número supersticioso, hasta 13 jugadores están a cuatro golpes de Clarke y Glover, y deberá hacer gala de la mejoría que ha demostrado en junio para auparse hasta la «jarra de clarete», trofeo del British, que no es descabellado, y sería el mejor homenaje a Seve. De él, del «Pisha» o de Pablo.
Por otra parte, el gran favorito, la sensación del momento, el reciente ganador del Open USA e ídolo momentáneo mundial hasta el retorno de Tiger Woods, el jovencito Rory McIlrroy, abandonó la discreción del primer recorrido para auparse de nuevo al favoritismo. Ya está al par del campo, a cuatro golpes del liderato. En el camino, fuera del corte, se quedaron ayer ilustres como Luke Donald, número uno del mundo (+6), Grame McDowell (+7), Ian Poulter (+7), Padraig Harrington y Lee Westwood, ambos con +4, como también los españoles Álvaro Quirós, lastrado de sus muñecas desde que llegó, y Alejandro Cañizares, que se despiden.