Andalucía

Tovarish Griñán

La Razón
La RazónLa Razón

Esta semana, el gobierno andaluz ha anunciado una serie de medidas para aumentar la recaudación. Además de subir el IRPF a «los ricos», según ellos, aquellos que ganan más de 80.000 euros al año, han introducido una tasa del 0,5% sobre los depósitos de los bancos domiciliados en la región.Esta tasa, además de ser un expolio en toda regla, es un disparate de primera magnitud.La nueva tasa no sólo repercutirá de forma negativa en la retribución del ahorro, sino que contribuirá decisivamente a restringir, más si cabe, el crédito en Andalucía.Si hay una ratio que los bancos han de vigilar, es la de préstamos a depósitos. Para evitar un desequilibrio en la duración de activo y pasivo de las entidades de crédito, es preciso que éstas se financien en su mayoría con depósitos, pues un exceso de financiación a corto plazo podría en su momento ocasionar problemas de liquidez.Es precisamente éste uno de los grandes problemas del sistema financiero espanol, que depende en exceso de la financiación mayorista a corto plazo y vive con la amenaza permanente de una retirada de liquidez del Banco Central Europeo.No cabe duda, por tanto, de que si se penalizan los depósitos se está penalizando el crédito.Los andaluces no han tenido suerte con sus gestores, pero una cosa es que el presidente de la Junta nunca sea acusado de ser un gran gestor, y otra que se convierta en un activista contra su propia economía.