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La guerra santa por George Chaya
Quienes se insertan en el núcleo yihadista y abrazan el dogma de Al Qaeda abogan por la unidad de pensamiento único dentro del islam, rechazan toda forma de pluralismo y se arrogan el monopolio de la verdad de acuerdo con la interpretación maximalista que hacen de la religión. Llevan adelante una lucha por el poder en el mundo árabe musulmán hasta la instauración de un orden totalitario y teocrático, defendiendo la violencia como método necesario para la revolución islamista. Para ello, desarrollan una imagen del islam como religión injustamente mancillada y sitiada por EE UU, Israel y sus aliados. Éstos han sido los elementos clave en la radicalización del asesino de Toulouse. Ha sido increíblemente eficaz la velocidad y profundidad con que ha calado en los noventa la retórica yihadista en el mundo árabe y en las masas inmigrantes en Europa.
La tesis que sostiene que sólo una minoría muy poco significativa de los musulmanes asentados en Occidente apoya a Al Qaeda no resiste una detenida reflexión. Europa cuenta con una segunda generación de yihadistas nacidos en su suelo. El criminal de Toulouse fue abatido, pero el daño ya fue causado y si no se toman medidas y políticas que identifiquen y reconozcan la «yihad global» como una ideología en acción que ha declarado la guerra a Occidente desde el 11-S, cientos de otros jóvenes empuñarán armas para asesinar a otros inocentes. Europa tiene la palabra. Al Qaeda y sus grupos satélites seguirán golpeando tanto como les sea permitido.
George Chaya
Experto en islamismo y autor del libro «La Yihad global»
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