Investigación científica

Qué todos coman

La Razón
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No me atrevería a decidir si los ataques al consumo de carne son cíclicos o son permanentes. Lo cierto es que, con frecuencia, en aras de la correcta información de nuestros consumidores, hay que matizar «fenómenos sociales emergentes». En esta ocasión, se trata de la «puesta en escena» de una obra –que no publicitaré– que no es reciente, pero que por razones ajenas a la producción de alimentos resurge ahora con autovocación de best-seller. En la práctica, trae consigo una puesta en valor de nuestro papel, como Foro Interalimentario, de informar claro y sin sesgo. Porque particularmente de esto último, carecen aquellas informaciones que confunden el bienestar animal zootécnico, que sin ambages proporcionamos a nuestros animales de abasto, con un pretendido bienestar animal antropomórfico que ni tan siquiera debería llegar a otorgarse como tal a nuestras mascotas más queridas. Aderécese esa carencia-querencia con grandes dosis de respeto medioambiental, tampoco bien entendido; añádanse las bondades –que las tiene– de la proteína vegetal, manténganse en secreto las bases más elementales del papel del hierro «hemo» en la síntesis de la hemoglobina, sazónese con unas gotas de miedo a morir de algo que no mata… y el resultado es el de siempre: No coma usted carne. Nunca pasaremos el examen si nos examinan de bienestar animal pensando en el gato que ronronea en el mejor rincón de la casa. A nuestros animales de abasto, en general, no les falta nada para que podamos afirmar que sus vidas y su sacrificio satisfacen las mejores exigencias normativas en materia de bienestar animal. Pero no son mascotas… Dice la FAO que en el año 2050, poblarán la Tierra 9.200 millones de personas. Si pretendemos que todos coman (ni siquiera lo hemos logrado en el 2011 siendo muchos menos) tendremos que incrementar la productividad agropecuaria entre un 70 y un cien por cien, y hacerlo de forma sostenible, respetuosa con el medio ambiente. Si el bienestar animal se entiende como algunos lo propugnan, si la biotecnología no tiene cabida, y si la cría ganadera tiene que hacerse perdonar cada día, casi va a ser una suerte no estar aquí para verlo. Entre tanto, al menos, podemos prevenir la anemia ferropénica tomando hierro «hemo» altamente biodisponible. Pero me temo que sólo se encuentra en la proteína animal… que es de alto valor biológico.