Motociclismo
«Match ball» para Marc
Después de otra victoria cargada de talento, Márquez ve muy cerca un título que puede sellar en Sepang
«He cometido un error de novato en la salida, menos mal que después todo ha ido bien», decía Márquez con esa sonrisa de pillo que siempre pone al bajarse de la moto. Tanto disfruta siendo superior a sus rivales, que al quitarse el casco todavía está degustando las sensaciones de una pasión para la que ha nacido. En Japón sumó su octava victoria del curso y, como suele ser habitual en él, no la consiguió por el camino más corto y sencillo. Parece que le gusta el riesgo y emocionar a todos los que le están viendo. En Motegi se olvidó de engranar la primera marcha y cuando el semáforo se apagó se quedó clavado. «Debí haberme asegurado de que no estaba en punto muerto», explicaba. Por no hacerlo cayó hasta casi el último lugar, pero lo que para otros hubiera sido una montaña imposible de escalar, para Márquez fue un puertecillo de cuarta categoría que pasó con el «plato grande». En unas pocas vueltas ya estaba con los de delante, a la espera de quedarse solo con Pol Espargaró, el único que ahora mismo puede ponerle en ciertos apuros en Moto2.
Pol no pudo evitar la octava victoria del genio de Cervera, que en seis días puede hacer que las matemáticas le concedan el título que el año pasado le negaron algunos fallos propios y la mala suerte. Tiene 53 puntos de ventaja así que si queda por delante del pequeño de los Espargaró, habrá conseguido el sobresaliente a falta de dos pruebas para el final del curso.
La superioridad que ha mostrado este año merece que su corona le llegue un poco antes del final y pueda centrarse únicamente en el reto de MotoGP. Su crecimiento como piloto necesita algo más y lo va a tener en unos meses, cuando llegue a la élite para subirse en una de las mejores motos y medirse con los más rápidos del planeta. Lorenzo, Pedrosa, Rossi y compañía saben que este jovencito viene fuerte y no va a respetar las canas.
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