Actualidad

Que entre aire fresco por Miguel Palacio

La Razón
La RazónLa Razón

En las alfombras rojas de Hollywood cada vez hay menos hueco para el riesgo y la creatividad. El hecho de que los Globos de Oro se hayan convertido en un acontecimiento tan mediático como los Oscar se ha traducido en que el toque personal y el riesgo que algunas actrices se permitán en sus «looks» desaparezca en favor de las siluetas clásicas. Ellas se convierten en mujeres anuncio que promocionan a una determinada firma, perdiendo autenticidad y cayendo en cortes repetitivos.

Aun así, el «photocall» de estos Globos nos dejan pistas de cómo lucirse en una gala sin morir en el intento. Ahí está Angelina Jolie. Alguien dirá: «¿Blanco para la noche?». ¿Y por qué no? El juego de los asimétricos y el contraste con el rojo hacen que la elegancia de la actriz destaque aún más teniendo en cuenta el tono de su piel. Rosa también para envidiar el de Natalie Portman. Ella podría ejercer de manual de cómo llevar un palabra de honor sin parecer vulgar, esto es, sin que vaya excesivamente encorsetada o remarcando demasiado el pecho.

Decepción, en cambio, me produjo Elle McPherson. Una top como ella no tendría por qué ir tan recargada, sobre todo, teniendo en cuenta de que es una entendida en la materia y que no tiene necesidad alguna de dejarse llevar por corpiños corseteros y propuestas tan evidentes. Quizá también haya caído en la tentación de convertirse en mujer anuncio sobre alfombra roja. Otra más. Que entre aire fresco.