Bibliotecas y Museos

Defensa rectifica y abrirá al público el despacho de Moscardó en el Alcázar

La exposición sobre el asedio republicano al Alcázar se queda en la moto con la que los asediados hacían pan. 

Defensa rectifica y abrirá al público el despacho de Moscardó en el Alcázar
Defensa rectifica y abrirá al público el despacho de Moscardó en el Alcázarlarazon

El Ministerio de Defensa da marcha atrás en una de las decisiones más polémicas que había adoptado sobre el Museo del Ejército instalado en el Alcázar de Toledo y abrirá al público que lo visite el despacho del coronel Moscardó.

 

El 5 de octubre de 2009, el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, afirmó en una reunión con periodistas que el despacho del hombre que encabezó la resistencia al asedio republicano del edificio representaba «un falso museístico» y que, por ello, el Ministerio lo preservaría pero no lo exhibiría con el resto de las colecciones del nuevo Museo. Ayer, los responsables de la colección confirmaron que finalmente, la estancia, en la que se puede escuchar la conversación del coronel con su hijo antes de que éste fuera fusilado por los republicanos, estará abierta al público que acuda al Alcázar.

8.000 metros cuadradosLa visita preparada ayer para la prensa permitió un recorrido por los talleres, en los que los empleados del Museo restauran, con un trabajo de increíble precisión, piezas de toda índole, por varios de los diez almacenes en los que se guardan las piezas no expuestas y por dos de las salas de la exposición permanente, que se distribuye en 8.000 metros cuadrados.

 

La primera, una magnífica colección de armas de la Casa Ducal de Medinaceli, y la segunda, la referida al siglo XX. En esta última, la que podía generar más polémica por centrar gran parte de la misma la Guerra Civil, los responsables del Museo han realizado una exposición equilibrada sobre el conflicto, igualando ambos bandos en un recorrido con piezas que van desde uniformes de republicanos y nacionales a armas, banderas, carteles publicitarios, el bando firmado por Franco que decretaba el final de la guerra y varias de las figuras más destacadas del conflicto, como el propio general Franco.

Del asedio que sufrieron los hombres de Moscardó en el edificio que alberga el Museo sólo quedará el testimonio de la motocicleta que usaron como motor para amasar el pan que comieron durante los tres meses del cerco republicano.

En esta sala se incluyen también recuerdos de combatientes en la Segunda Guerra Mundial, con objetos de soldados republicanos y de la División Azul y el uniforme de preso de un hombre del primer bando que estuvo preso en el campo de concentración nazi de Mauthausen.

La exposición permanente exhibirá 4.600 piezas de todos los tiempos de las 36.400 que comprende. El resto se distribuirán en otros depósitos y en el almacén del Alcázar.