El secreto de RG

En Así son las «Mañanas de Buruaga», en la COPE, el pasado martes se le preguntaba a Ruiz-Gallardón por enésima vez, si va a ser ministro, y por enésima vez regateó en corto y se fue con habilidad de la pregunta. Dijo que estará donde mejor pueda contribuir a un proyecto que se presenta difícil pero fascinante; que no es un anhelo para él ser ministro y que no se sentiría frustrado si finalmente no lo fuera. En fin, nada nuevo. Yo creo que la cosa está tan clara que no hay por qué desvelarla y no quiere ser él quien resuelva la interrogante, para esos están otros y otras.
Junto a la opción de que Gallardón se incorpore al primer Gobierno de Rajoy, si es que éste gana las elecciones del 20-N, se baraja una segunda que dejaría al alcalde en la recámara, a la espera de que en un año el gobierno inicial se desgaste y entonces se incorpore a un segundo gobierno del PP ya más estabilizado y con los proyectos muy encauzados.
En la primera de las hipótesis los aficionados a las apuestas, y en especial a la de la «porra», le colocan al frente del Ministerio de Fomento, quizá por su experiencia municipal en inversión en obra pública; otros le adjudican la cartera de Justicia, quizá por su condición de haber sido uno de los fiscales más jóvenes de España; y a quienes le dan como seguro ministro portavoz del Gobierno, idea que no parece descabellada, siempre y cuando fuera acompañada de un ministerio activo que le permitiese hacer algo más que ser la voz del ejecutivo. Todo son especulaciones.