Cataluña

El trampolín nacional por Pilar Ferrer

La Razón
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Desde que Mariano Rajoy le designó como responsable del PP en el llamado debate a cinco, todo fueron cábalas: Gallardón será ministro, estará en el Gobierno de España. Pero el alcalde de Madrid, bien curtido en las entrañas del partido, escaldado de berrinches anteriores y sobre todo buen conocedor del estilo del «jefe», mantuvo su discreción. Sólo algunas personas de su equipo de confianza, entre ellos los siempre leales Manuel Cobo y Jose Manuel Berzal, conocían los preparativos de Gallardón ante este reto. Era su primer gran debate de política nacional, en un momento especialmente delicado al socaire del poder que se avecina. A estas alturas, nadie duda de la habilidad política y dialéctica de Alberto, pero su comparecencia de anoche en televisión era su trampolín hacia metas más altas. El auténtico salto de la vida municipal a los temas de Estado, avalado además por el propio Rajoy. No esquivó ni un solo tema , en especial la prioridad económica y del empleo, e invocó su primera intervención con una imagen impecable y una llamada al optimismo y la confianza. Fue como un llanero solitario frente a cuatro adversarios peculiares. Ramón Jaúregui,en sus intentos por mitigar la previsible derrota. Pere Macías, todo un caballero en defensa de una delicada situación de CiU en Cataluña. Josu Erkoreka, ante un brumoso horizonte electoral en Euskadi y un Gaspar Llamazares en la cuneta del exilio parlamentario. Frente a ellos Gallardón estuvo hábil, brillante, con un mensaje claro y una dialéctica exquisitamente cuidada. Esquivó la agresividad y mantuvo un tono conciliador que desarmó, sobre todo, a su principal contrincante Jaúregui. Fue el suyo un discuso de futuro, sin tintes del pasado. Anoche , más que nunca, Alberto Ruiz Gallardón se sumó al cambio.Quien un día fuera «verso suelto», afianza su presencia en la escena nacional.Si las urnas son favorables nadie sabe cuál será el Gobierno de Mariano Rajoy, pero cierto es que Ruiz-Gallardón está preparado para ser un eslabón importante del mismo. En los últimos días, solía decir que la política es como un trébol de cuatro hojas. Tal vez ahora a él le haya tocado en suerte.