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La Generalitat paraliza la nueva prisión de Tarragona por los recortes

La Razón
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Barcelona- La cárcel de Mas Enric del Catllar, que debe sustituir el saturado centro penitenciario de Tarragona, no se pondrá en marcha este año porque la Generalitat «no contratará personal, en el marco de austeridad contra la crisis», dijo ayer el delegado del Govern en Tarragona, Joaquim Nin.
Las obras de la prisión, que tendrá una capacidad de 750 plazas, están muy avanzadas pero aunque las previsiones eran que estuviera operativa en el primer trimestre de este año, no se contratará a los funcionarios necesarios para ello, dijo Nin.
La cárcel ya no tiene fecha de inauguración porque tampoco se desbloqueó la depuradora ni la red de saneamiento de aguas, contraprestaciones que exigió el Ayuntamiento del Catllar para aplacar la oposición vecinal y conceder el permiso de obras.
La delicada situación financiera de la Agencia Catalana del Agua, que debía costear estas obras hidráulicas, y la oposición del barrio tarraconense de la Móra, donde se preveía que desembocara la depuradora, han alargado el proceso.
Tampoco están listos los accesos desde la carretera local, la TP–2031, que incluyen una rotonda y el ensanchamiento de la vía, sino que se aprovechó el camino asfaltado de una urbanización.
Sin embargo, Nin subrayó que, aunque se cerraran todos los flecos, tampoco se abriría la cárcel porque no se convocarán las plazas de funcionarios y los que hay disponibles no son suficientes.