Asturias

La huelga educativa costará más de 31 millones de euros

Cada día de protestas le cuesta a las arcas públicas 10,4 millones. El Ministerio de Educación cifra en el 20% el seguimiento de la primera jornada de paros de las tres previstas en Secundaria

Varios estudiantes andaluces portan pancartas reivindicativas a las puertas de un instituto de Secundaria en Sevilla
Varios estudiantes andaluces portan pancartas reivindicativas a las puertas de un instituto de Secundaria en Sevillalarazon

Madrid- Un seguimiento del 20 por ciento para el Ministerio de Educación y un «aplastante» 70 por ciento, según afirma el Sindicato de Estudiantes. En cualquiera de los dos supuestos, las tres jornadas de huelga estudiantil en los centros de enseñanza Secundaria, que tuvieron ayer su primer «round», salen caras a las arcas públicas. Aproximadamente, cada día de huelga supondrá una pérdida de 10,4 millones de euros. Así, en total, el coste será de 31,2 millones.
El gasto público por alumno en España está en torno a los 7.736 euros al año –10.094 dólares, según los datos de la OCDE–, lo que supone una media de 44,2 euros por cada día lectivo. Si, tal como estima el Gobierno, el 20 por ciento de los alumnos de la ESO –alrededor de 236.500– ha seguido la huelga, la cantidad perdida en los tres días oscilaría en torno a los 31,2 millones de euros. La cifra se elevaría a 109,7 millones de euros –36,6 millones por día– si se da por buena la estimación del 70 por ciento de seguimiento –casi 828.000 estudiantes– que estima el Sindicato de Estudiantes. Sea cual sea el seguimiento, se trata de una inversión perdida.

Seguimiento «desigual»
La primera jornada de huelga de la «semana de lucha», convocada por la Plataforma Estatal en Defensa de la Escuela Pública en protesta contra los recortes educativos, transcurrió con un seguimiento «desigual», según el departamento que dirige José Ignacio Wert. El sindicato estudiantil afirma que más de 1.100 centros de educación Secundaria la han secundado y que «miles» de alumnos se han incorporado a los «comités de lucha», creados en más de 500 institutos.

El «baile» de cifras en cuanto al seguimiento se ha repetido en todas las comunidades autónomas. Así, en la Comunidad de Madrid, la organización afirma que un 75 por ciento de los alumnos secundó la protesta, mientras que desde la Consejería de Educación afirman que la incidencia ha sido mínima. En la Comunidad Valenciana, los estudiantes cifran el seguimiento en un 80 por ciento, dato que la Generalitat rebaja hasta el 16 por ciento y califica su repercusión de «ligera». Las cifras se disparan si hablamos de comunidades como Asturias y Andalucía, con una repercusión, según el sindicato, del 90 y del 90-95 por ciento, según el sindicato. Por último, en Cataluña, los sindicatos estudiantiles han evitado dar cifras.
Para hoy, la agrupación estudiantil ha animado a los centros a que «vacíen» las aulas y esperan que se celebren más de 70 manifestaciones en toda España, con especial protagonismo para la marcha que tendrá lugar en la madrileña calle de Atocha.

El sindicato agradeció ayer «el gran apoyo» mostrado por los sindicatos de Enseñanza –CC OO, UGT, STES, CIG y CGT– y muy especialmente a la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), organización que durante estos días ha protagonizado un cruce de acusaciones con el ministro de Educación. Así, el pasado lunes, Wert tildó a estos padres de «irresponsables», «radicales» y «antisistema» por sumarse a la protesta y abogar porque los niños no vayan mañana a clase. Un llamamiento que ayer hizo suyo la Confederación de Fapas y Ampas de la Comunidad de Madrid (Confapa).

 En este sentido, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, aseguró ayer que la huelga «no tiene ni pies ni cabeza», porque los padres lo que quieren es que sus hijos estudien, hagan los deberes y vayan a la escuela, informa Ep. Así, aseguró que antes, cuando él era estudiante en Vitoria, quien «organizaba las huelgas eran los de Batasuna, nunca los padres».

Alonso se preguntó si «era una posición responsable» por parte de los padres. «Que unos representantes de padres propongan que sus hijos hagan huelga no lo entiendo. Es una posición incomprensible y que no representa el sentir generalizado de los padres en España, que quieren que sus hijos estudien y hagan los deberes», añadió.
Wert, un problema para IU
Mientras, IU tachó ayer en el Congreso de «hooligan» y de «pirómano» a José Ignacio Wert. En palabras de José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), el ministro, «en lugar de resolver conflictos, él es el problema».

En las universidades, la situación ayer era de calma absoluta. Los estudiantes del Campus de Somosaguas, en Madrid, no sufrieron ayer ningún tipo de incidencia. Sólo dos incidentes aislados en los últimos días: una «cacerolada» la semana pasada seguida algunas interrupciones en las aulas, y la protesta del pasado lunes en la Facultad de Psicología contra José Carrillo, rector de la Universidad Complutense de Madrid, al que un grupo de estudiantes acusaron de ser «cómplice de Wert». Por lo demás, la afluencia de los alumnos en las clases ha sido normal. «Esta mañana éramos 50 de los cerca de 70 que estamos matriculados», comentaba un alumno. Y esos 20 restantes «son los que nunca vienen a clase», añadía.

Con todo, trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) planean encerrarse el jueves en los rectorados en defensa de los servicios públicos, debido a los «decretos lesivos hacia la Educación Pública». De hecho, la UAM sería una de las facultades que se han sumado a la iniciativa «Ocupa el rectorado», que tendrá lugar mañana y en la que también participarán la Universidad de Granada, la Universidad de Sevilla, Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid).