Nueva York
Deconstruida raíz de América
Los neoyorquinos Heavy Trash, una banda que reinterpreta el género rockabilly sin concesiones a la moda, giran por España con su último disco
Suena un piano desvencijado por un uso desconsiderado de décadas, de esos que al pulsar las teclas casi sueltas emite notas ahogadas. La voz parece que cante al otro lado de un teléfono, así de viejo debe de ser el micrófono. Ráfagas cortas de guitarra, coros femeninos, un contrabajo y el resultado es una banda de Nueva York de rockabilly en el siglo XXI, Heavy Trash. Presentan en Barcelona (1 de febrero), Alicante (2) y Madrid (3) una forma de entender la música tradicional americana como si la hubieran aprendido del superviviente de una gran tragedia nuclear.
Parte de la culpa de todo esto la tiene una española, Cristina Martínez, pareja de Jon Spencer, líder de Heavy Trash y de Jon Spencer Blues Explosion, una de las bandas fundamentales del garage rock. Así lo reconoce Spencer: «Fue ella la que me hizo escuchar las Sun Sessions de Elvis Presley, que me parecieron lo más fascinante y bizarro que he escuchado en mi vida», dice por correo electrónico. Aquellas sesiones las grabó el de Memphis con apenas 18 años –y no fueron reeditadas hasta uno antes de su muerte– en uno de esos estudios pequeños cuyo eslogan era «Entre y grabe lo que quiera por 3,99 dólares». Son unas canciones que forman un género inclasificable, un lenguaje de la calle de 1954, puro Elvis.
Atmósfera tenebrosa
También son inclasificables las canciones de la banda (que colidera Spencer junto a Matt Verta-Ray, ex Speedball Baby), que a veces giran hacia el punk y en otras ocasiones forman atmósferas tenebrosas. Últimamente han proliferado las bandas con éxito comercial que reciclan al menos la estética rockabilly, como Kitty Daisy & Lewis –en España Vinila von Bismarck, por ejemplo–, pero a ellos no les preocupan las ventas el éxito comercial («aunque me encantaría poder comprarme un Cadillac dorado», dice Spencer) y se centran en llevar el sonido lo más cerca de aquellos años, por lo que siguen empleando instrumentos analógicos en el estudio «y, sobre todo, nuestros analógicos corazones». Sólo los que no aportan nada nuevo a un género niegan que estén tocando «revival». «Nosotros lo hacemos porque en el fondo nuestro espectáculo está fuera de los cánones, y a la vez nadie puede parar de moverse. Está concebido para bailar. Y lo garantizamos mientras nuestro Señor lo permita», dicen con guasa. Su lema musical lo cantan con humor en el disco: «La evolución es muy lenta. Tan lenta, que está pasada de moda». Por eso reivindican a Charlie Feathers y piden que prestemos atención a los franceses The Magnetix.
Hay algunas cosas para las que estos rockeros de perfecto peinado y camisa de solapas anchas sí apuestan por la evolución: «¿Por dónde empezar? Creo que mi país, Estados Unidos, necesita pagar más a sus profesores, un sistema sanitario, elevar los impuestos a los más ricos y ocuparse de la Madre Tierra», comenta Spencer en el único momento de la conversación en que no hay dudas sobre si habla en serio. Muchos dicen que la música no puede cambiar nada... «¡No!, vivimos en un mundo totalmente diferente gracias al rock & roll», y otra vez ya no se sabe si hablan en serio. No tendrán tiempo para visitar nada en España que no sean las salas donde actúan. ¿Es el rockabilly un modo de vida bueno o malo? «Es un modo de vida difícil. Ni para los tímidos ni para los débiles de voluntad», afirma.
Una pequeña invasión
Será un subgénero, pero de su vigencia en el circuito de salas no hay dudas. Otros cuatro grupos cercanos al rockabilly visitan nuestro país las próximas fechas en gira conjunta que pasará el 5 de febrero por Badalona (Estraperlo club) y el 6 por Madrid (Gruta 77). La formación más destacada son The Meteors, unos de los fundadores del género, que llevan fieles a su estilo desde 1980 y están considerados como padres del «psychobilly», una mezcla del estilo rockabilly con el punk-rock. Junto a ellos, Long Tall Texans, también británicos, y dos grupos de nuevo cuño: Koffin Kats, formados en Detroit en 2003, y Silver Shine, formados en el siglo XXI en... Hungría.
Dónde: Madrid. Sala El Sol.
Cuándo: el 3 de febrero.
Cuánto: 18 euros anticipada, 22 en taquilla.
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